"Sencillez, inserción y compromiso con las periferias, apuesta por una Iglesia que trabaja por la Paz y la Justicia" Adiós a Gaillot, un testigo del Evangelio de los expulsados de la Iglesia

Gaillot, con Emi Robles y Julio J. Pinillos
Gaillot, con Emi Robles y Julio J. Pinillos Emi Robles y Julio J. Pinillos

"Fue relegado a la diócesis de Partenia (Argelia) inexistente desde el siglo V, convirtiéndose asi en un símbolo de todas las personas en búsqueda, a las que la Iglesia expulsa de su seno o margina, condenándolas o ignorándolas"

"Fomentó el diálogo ecuménico e interreligioso, asi como el diálogo con no creyentes, poniendo la Justicia, la Paz y el cuidado de la Creación como el punto común sobre el que hacer converger todos los esfuerzos"

"Sin soberbia ni sumisión, con la actitud serena de profundo pacifismo que había desarrollado después de tener que participar activamente en el ejército, su ministerio eclesial pasó, en relación con el papado por un desierto de 20 años, sin quejas ni algaradas, desde el repudio autoritario en el 95 por un papa, hasta la acogida fraternal por otro, por Francisco, en 2015"

Libertad profunda, diálogo dentro y fuera de la Iglesia, sencillez, inserción y compromiso con las periferias, apuesta por una Iglesia que trabaja por la Paz y la Justicia... es parte del testimonio y el legado del obispo católico Jacques Gaillot.

Destituido de manera fulminante por Juan Pablo II en el año 95 como obispo de Evreux, mas de 10.000 personas asistieron a su misa de despedida.

Fue relegado a la diócesis de Partenia (Argelia) inexistente desde el siglo V, convirtiéndose asi en un símbolo de todas las personas en búsqueda, a las que la Iglesia expulsa de su seno o margina, condenándolas o ignorándolas.

Tuvimos la oportunidad de estar con él a finales de los 90 como parejas de presbíteros casados pertecientes a la Federacion Internacional de Sacerdotes Catolicos Casados. Nos recibió con todo cariño y apertura escuchando nuestras preocupaciones y propuestas para la Iglesia en relación al tema ministerial, integrando de manera procesual a casados y a mujeres en diferentes ministerios.

No sólo a los presbiteros casados y a sus familias presto oído. Tambien a homosexuales, personas divorciadas, inmigrantes, pobres...todos los colectivos que hacen parte de las periferias existenciales y de las periferias de la Iglesia.

Fomentó el diálogo ecuménico e interreligioso, asi como el diálogo con no creyentes, poniendo la Justicia, la Paz y el cuidado de la Creación como el punto común sobre el que hacer converger todos los esfuerzos.

Siempre dio importancia a crear comunidades vivas y corresponsables, e hizo de su diócesis virtual, Partenia, un espacio participativo donde personas, comunidades y grupos diversos podian acceder. Él mismo, vivió siempre en comunidad, primero en una casa de acogida de inmigrantes y después en la comunidad de los espiritanos (del Espiritu Santo) que le recibieron.

Sin soberbia ni sumisión, con la actitud serena de profundo pacifismo que había desarrollado después de tener que participar activamente en el ejército, su ministerio eclesial pasó, en relación con el papado por un desierto de 20 años, sin quejas ni algaradas, desde el repudio autoritario en el 95 por un papa, hasta la acogida fraternal por otro, por Francisco, en 2015.

Esta ultima expresión de acogida como miembro de pleno derecho en la Iglesia fue celebrada por él, alabando la sencillez y libertad del papa Francisco y pidiéndole al mismo tiempo que no defraudara todas las esperanzas de tanta gente que desde los márgenes le demandaban su ejercicio pastoral con arrojo y misericordia.

Nos ha dejado un testigo del Evangelio. Desde la Vida Verdadera nos seguirá acompañando y alentando.

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