La Asociación de Víctimas de Abusos de Navarra, ante las declaraciones de Argüello "Una intervención inédita de la jerarquía de la Iglesia católica en el terreno político e institucional del país"

"Como víctimas de abusos cometidos en el seno de la Iglesia Católica, seguimos esperando actos claros de reparación, justicia y compromiso con la verdad. Sin embargo, nos encontramos con un episcopado que, en lugar de centrarse en atender las demandas de quienes hemos sufrido tanto dentro de su estructura, opta por intervenir en el debate político de forma partidista"
"Por respeto a las víctimas, a la democracia y a la necesaria laicidad del Estado, pedimos a los responsables eclesiásticos que reconsideren sus declaraciones y se abstengan en el futuro de tomar partido en cuestiones estrictamente políticas"
| Asociación de Víctimas de Abusos de Navarra
La Asociación de Víctimas de Abusos de Navarra, con el respaldo de la Asociación Nacional Infancia Robada (ANIR), desea expresar públicamente su profundo desacuerdo con las recientes declaraciones del Arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, en las que solicita un adelanto electoral al Gobierno de España.
Estas afirmaciones suponen una intervención inédita de la jerarquía de la Iglesia Católica en el terreno político e institucional del país. Desde nuestra Asociación, consideramos que este tipo de posicionamientos comprometen gravemente la separación entre Iglesia y Estado, y rompen con la necesaria neutralidad que debe mantener una institución religiosa en relación con el poder político democrático.
Como víctimas de abusos cometidos en el seno de la Iglesia Católica, seguimos esperando actos claros de reparación, justicia y compromiso con la verdad. Sin embargo, nos encontramos con un episcopado que, en lugar de centrarse en atender las demandas de quienes hemos sufrido tanto dentro de su estructura, opta por intervenir en el debate político de forma partidista.

Reiteramos nuestra convicción de que la Iglesia debe mantenerse al margen de las decisiones que competen exclusivamente al poder ejecutivo y a la voluntad soberana de la ciudadanía. Esta intervención en asuntos que no le competen debilita su legitimidad moral y ahonda en la desconfianza de la sociedad civil hacia una institución que aún no ha rendido cuentas como corresponde por los abusos cometidos bajo su amparo.
Por respeto a las víctimas, a la democracia y a la necesaria laicidad del Estado, pedimos a los responsables eclesiásticos que reconsideren sus declaraciones y se abstengan en el futuro de tomar partido en cuestiones estrictamente políticas.

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