"El antifeminismo en la Iglesia se cultivó y se sigue cultivando" Las mujeres, víctimas silenciadas (En y por la Iglesia)

Las mujeres en la Iglesia
Las mujeres en la Iglesia

"En la Iglesia católica y alrededores, la mujer, por mujer, tiene mala prensa. Es pecado. Es mala -malísima- y perversa…"

"En la Iglesia se maltrata a la mujer. La margina, Le roba o escatima, en ocasiones, hasta los rasgos propios, específicos y esenciales de la condición de 'persona'"

"Clama al cielo que la mujer en la Iglesia siga ejerciendo de cristiana y de persona de segunda o tercera clase y que el mismo papa Francisco se sienta constreñido a tener que frenar el ritmo de su sacrosanta tarea de reformar la Iglesia en esta dirección"

"Por favor, que hipócritamente no nos duelan más las informaciones procedentes de Oriente. Que nos duelan tanto o mas las acunadas todavía en buena parte de interpretaciones teológicas, pastorales, jurídicas y en el comportamiento disciplinar de la mayoría de la jerarquía eclesiástica"

En la Iglesia católica y alrededores, la mujer, por mujer, tiene mala prensa. Es pecado. Es mala -malísima- y perversa. Empecatada a perpetuidad y “por una de ellas entró, se hizo presente, actúa y actuará el Demonio en el mundo”. La mujer es el mismo demonio, aunque la RAE se empeñe cautelosamente en destacar que el “Espíritu maligno que se opone al Espíritu de Dios “carezce de género femenino y, por tanto, no le confiera carácter oficial a la palabra “demonia” o “diabla”

En la Iglesia se maltrata a la mujer. La margina, Le roba o escatima, en ocasiones, hasta los rasgos propios, específicos y esenciales de la condición de “persona”. La historia eclesiástica, pasada y presente, así lo confirma, con contundencia e inmisericordia. La Iglesia es síntesis de gran parte de los “malos tratos” con los que pechará la mujer. Dentro de sus mismos claustros, uno de sus casos recientesfue redactado personalmente en estas páginas por una monja, con el titular de “Víctima silenciada”, y el subtítulo de “fui tratada en el convento como un juguete”, coincidiendo tal información con la protagonizada por otra de un señor arzobispo católico que “había sido demandado por violencia económica , psicológica y física contra varias mujeres”.

El antifeminismo en la Iglesia se cultivó y se sigue cultivando, con generosidad, alevosía y anti evangelio. Sigue siendo una cruz pesada y abrumadora, como la pederastia o más, aunque todavía no tan lamentada, llorada, denunciada y denostada como esta. El Código de Derecho Canónico, “santas tradiciones”, la Sagrada Liturgia e interpretaciones veterotestamentarias torticeras –“injustas o que no se arreglan a la norma o razón”-, pretenden avalar el dislocado comportamiento jerárquico respecto a la mujer en la Iglesia.

Está de más reseñar que el papa Francisco no está de acuerdo con la actual praxis eclesial cien por cien anti feminista. Algunos y algunas muestran su disconformidad con el ritmo demasiadamente lento que el papa le sigue imponiendo a la reforma profunda del tema., pese a sus manifestaciones pontificias como las de que “todos los católicos tienen derecho a que se les reconozca su ciudadanía activa dentro de la Iglesia” ….

Es deseo ya impetuoso de muchos de que el papa Francisco rompa ya de una santa vez las abrazaderas que atan a la Iglesia al machismo imperante y permita, inste no sufran en ella discriminación alguna que la hacen vivir apartadas o excluidas nada menos que “en el nombre de Dios” de la institución salvadora y liberadora auspiciada por Jesús y delineada en el Evangelio, “sin glosa” y sin paganerías excluyentes.

De los medios de comunicación habrá que tachar cuanto antes, de sus secciones de sucesos y de religión, noticias tan degradantes, vergonzosas, sangrientas y estremecedoras como las relacionadas con los malos tratos a los que el hombre, por varón, somete a la mujer, por mujer.

"Clama al cielo que la mujer en la Iglesia siga ejerciendo de cristiana y de persona de segunda o tercera clase y que el mismo papa Francisco se sienta constreñido a tener que frenar el ritmo de su sacrosanta tarea de reformar la Iglesia en esta dirección"

Y, por favor, que hipócritamente no nos duelan más las informaciones procedentes de Oriente, últimamente con acentuadas remembranzas iraníes. Que nos duelan tanto o mas las acunadas todavía en buena parte de interpretaciones teológicas, pastorales, jurídicas y en el comportamiento disciplinar de la mayoría de la jerarquía eclesiástica.

Clama al cielo que la mujer en la Iglesia siga ejerciendo de cristiana y de persona de segunda o tercera clase y que el mismo papa Francisco se sienta constreñido a tener que frenar el ritmo de su sacrosanta tarea de reformar la Iglesia en esta dirección.

"Y, por favor, que hipócritamente no nos duelan más las informaciones procedentes de Oriente. Que nos duelan tanto o mas las acunadas todavía en buena parte de interpretaciones teológicas, pastorales, jurídicas y en el comportamiento disciplinar de la mayoría de la jerarquía eclesiástica"

Así las cosas, ¿sería factible la canonización masiva de mujeres iraníes, por parte de la Iglesia, en la que a las “Diez Mil Vírgenes” se les rinde devoción y culto?

Las mujeres, víctimas silenciada (En y por la Iglesia)
Las mujeres, víctimas silenciada (En y por la Iglesia)

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