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Entrevista
Salvador Illa, presidente de la Generalitat

La triste Navidad del Papa León

El rearme continúa creciendo inexorablemente en todo el mundo, amenazando la paz que él tanto desea

Navidad de León

Una Navidad amarga para el papa. De hecho, sus llamamientos para que, al menos con motivo de esta festividad, se produjera una tregua en el frente ruso-ucraniano, han caído en saco roto; además, el rearme continúa creciendo inexorablemente en todo el mundo, amenazando la paz que él tanto desea. Y, en el ámbito eclesiástico, noticias inquietantes procedentes de Nueva York sacan a la luz datos preocupantes sobre la lacra de la pedofilia en el clero.

El 8 de diciembre, en su mensaje para la LIX Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero, León XIV hizo un despiadado recuento de la industria bélica en el planeta: «A lo largo de 2024, los gastos militares a nivel mundial aumentaron un 9,4 % con respecto al año anterior, confirmando la tendencia ininterrumpida desde hace diez años y alcanzando la cifra de 2,718 billones de dólares, es decir, el 2,5 % del PIB mundial».

Navidad

El hecho de que el jefe del Kremlin, Vladimir Putin, negara una tregua, aunque fuera breve, el 25 de diciembre, de las operaciones bélicas rusas en Ucrania, dejó atónita a la Santa Sede. Pero no solo el frente de Europa del Este preocupa al Vaticano. Las guerras o los rumores de guerras y violencia siguen llegando desde Myanmar, desde el reciente conflicto entre Camboya y Tailandia, desde Sudán, devastado por una guerra civil que ha provocado millones de desplazados, desde la tregua continuamente violada entre Israel y Hamás... En resumen, mientras que en estos días las luces que iluminan nuestras ciudades invitan a la alegría, quien esté atento constata que, lamentablemente, incluso en Navidad, la guerra invade el mundo.

Frente a un panorama tan escalofriante, los problemas intraeclesiásticos se reducen, pero no desaparecen. Uno de ellos, en este mes de diciembre, ha surgido precisamente en Nueva York. Allí, el cardenal Timothy M. Dolan, nacido en 1950, hizo hace dos semanas un anuncio sensacional: la archidiócesis ha iniciado una recaudación de trescientos millones de dólares para indemnizar a mil trescientas presuntas víctimas de abusos sexuales por parte del clero o de personas vinculadas a estructuras de la Iglesia, en el periodo comprendido entre 1952 y 2020. Para reunir esa suma, explicó, la archidiócesis tendrá que recortar personal y vender sus bienes (como los palacios), pero, según dio a entender, también pedirá el apoyo de los fieles: «Los abusos sexuales a menores cometidos hace mucho tiempo han avergonzado a nuestra Iglesia. Pido perdón por el fracaso de aquellos que traicionaron la confianza depositada en ellos, al no garantizar la seguridad de nuestros jóvenes».

En este contexto, el jueves pasado, León XIV aceptó la dimisión de Dolan y nombró en su lugar al obispo de Joliet (Illinois), Ronald A. Hicks, nacido en 1967. Su predecesor era un explícito partidario de Donald Trump, mientras que el recién elegido es un severo crítico de la política antiinmigración del presidente. Pero, mientras tanto, tan pronto como, en los albores de 2026, el arzobispo asuma su nuevo y exigente cargo, tendrá que recaudar trescientos millones de dólares para indemnizar a las víctimas de la pederastia del clero.

Publicado en L’Adige-Alto Adige, 22-12-25

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