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Mi última cena

En esta noche tibia y quieta

Compartes con el pan esa honda pena

del sin sentido, la angustiosa vida

que es fracaso, dolor, obra incumplida,

y el vino de tu sangre nazarena.

Mi última cena

MI ÚLTIMA CENA

En esta noche tibia, quieta y llena

de un temblor de palabra y despedida,

de soledad y amor, el alma herida,

celebras tú, Jesús, la última cena.

Compartes con el pan esa honda pena

del sin sentido, la angustiosa vida

que es fracaso, dolor, obra incumplida,

y el vino de tu sangre nazarena.

En esta hora de la confidencia,

cuando Judas se hunde en su amargura

y Pedro negará con su despecho

cuanto aprendió a tu lado de dulzura,

déjame que ahonde en la experiencia

de apoyar, como Juan, mi alma en tu pecho.

Pedro Miguel Lamet

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