Cambio climático, el mayor desafío global Del Vaticano a Oikocredit: acción real donde el clima más lo necesita
Cuando es posible convertirse en herramienta de impacto para impulsar las energías renovables donde más falta hacen
(Oikocredit).- El cambio climático se ha convertido en el mayor desafío global de nuestro tiempo. Las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando, la financiación climática sigue siendo insuficiente y los impactos golpean con más fuerza a los países y comunidades con menos recursos.
En este complejo contexto, pequeños actores con una gran determinación están mostrando que la transición ecológica no solo es posible, sino que es urgente. El Vaticano, uno de los estados más pequeños del mundo, avanza para convertirse en el primero de Europa en alcanzar la neutralidad climática. Y desde un ámbito completamente distinto, Oikocredit cooperativa internacional de inversión de impacto fundada para promover el desarrollo económico en el Sur Global (Africa, Asia, Latinoamérica y el Caribe) mediante la financiación responsable, refuerza sus inversiones para impulsar la energía renovable en los países más vulnerables.
En mayo de 2015 se publicó Laudato Si’, una encíclica del papa Francisco centrada en el cuidado del entorno natural y el problema ecológico urgiendo a reducir drásticamente las emisiones y apostar por las energías limpias. Sin embargo, diez años después de su publicación el acceso a las energías renovables continúa siendo muy desigual. En este contexto, la ONU alerta de que la financiación pública internacional para la energía limpia en países en desarrollo ha disminuido, una tendencia que complica el cumplimiento del ODS 7. Un ejemplo de esta situación es África que, pese a su enorme potencial solar, apenas representa el 3% del consumo energético global.
La respuesta desde la inversión de impacto
Pero, mientras la diplomacia avanza a un ritmo insuficiente, iniciativas impulsadas desde la sociedad civil buscan cubrir ese vacío. En este escenario, en 2024 Oikocredit reforzó su compromiso climático con la creación de la unidad de Clima y Resiliencia Comunitaria, encargada de liderar sus inversiones en mitigación y adaptación al cambio climático, y ha anunciado otras nuevas para acelerar la transición energética en países donde el acceso a la electricidad sigue siendo limitado. La estrategia pasa por trabajar con socios locales capaces de ofrecer soluciones de energía renovable a hogares y pequeñas empresas.
Desde hace años, Okocredit también apoya a cooperativas agrícolas y empresas del sector agrario en su adaptación al cambio climático, mediante cultivos más resistentes, agricultura ecológica y sistemas agroforestales. Entre sus actuaciones, destacan la financiación de Aldea Global en Nicaragua para renovar plantaciones de café afectadas por la roya y apoyar a 12.000 caficultores en la transición hacia la agroforestería; el respaldo a Patagonian Fruits en Agentina para proteger huertos frente a heladas y olas de calor; o el impulso a proyectos de inclusión financiera como EBO SACCO en Uganda, que facilita el acceso a bombas de agua solares. Por otra parte, y en el ámbito de energías renovables, la cooperativa financia soluciones como el riego solar y la refrigeración agrícola en India a través de Ecozen, o la producción de biocarbón en Brasil junto a NetZero, una tecnología que captura carbono mejora la fertilidad del suelo y reduce emisiones.
La necesidad urgente de estas intervenciones queda reflejada en las Encuestas de Autopercepción del cliente de Oikocredit: entre el 38% y el 47% de los encuestados reportan pérdidas de ingresos debido a fenómenos climáticos externos. La agricultura es el sector más afectado, con menores cosechas, descenso del rendimiento y creciente inseguridad alimentaria, provocando en muchos casos la migración forzada de jóvenes hacia grandes ciudades o el extranjero.
Además, el desafío se agrava por la falta de financiación, ya que las inversiones privadas para adaptación climática representan apenas el 3% de los más de 320.000 millones de dólares anuales necesarios en los países de bajos ingresos. Ante esta brecha, Oikocredit ha intensificado su apoyo financiero, integrando criterios climáticos en su misión para promover tanto la mitigación de emisiones como la justicia climática y el desarrollo sostenible.
La pregunta en un contexto de cambios lentos y desafíos crecientes sigue siendo la misma que planteaba elpapa Leónal referirse a los pueblos golpeados por la pobreza:¿Y qué hacemos nosotros?
Para aquellos que buscan una respuesta práctica, Oikocredit ofrece convertir los ahorros personales en una herramienta de impacto para impulsar las energías renovables allí donde más falta hacen.
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