"No valen las falsas justificaciones ni colocarse a la defensiva", admite el religioso, que denuncia el "pecado estructural" de la Iglesia en lo tocante a los abusos a menores
"Nos comprometemos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para responder de forma eficaz y contundente a esta vergüenza, a este pecado; que asumimos la culpa que nos corresponder y que nos empeñamos en erradicar el mal. Para ello necesitamos vuestra ayuda"
"La gravedad es mayor al contradecir directamente la esencia del mensaje cristiano y la realidad de las personas consagradas, su autoridad moral"