27 abr 2023
Francisco, Pueblo y Sinodalidad: ejes de la continuidad del Vaticano II
La sinodalidad de Francisco retoma “el sacramento de la voz del Pueblo” (Casaldáliga)
Tomar la posta del Vaticano II no es quedarse en una hermenéutica de museo con sus palabras, es continuarlo en los nuevos signos de los tiempos, que muestran un tendal de apostasía en las sociedades opulentas.
Un pueblo no se improvisa, su cultura peculiar lleva tiempo y cultivo cotidiano de relación con Dios, los demás y la naturaleza. Su legitimidad nace de su capacidad de poner en diálogo y enriquecer su identidad en el encuentro con otros pueblos. No en la “pureza” inquisidora y maniquea de la destrucción del otro
no tiene nada que ver con el nacionalcatolicismo xenófobo, en que la apelación al «pueblo» implica esencialismos excluyentes y autoritarios.
Pueblo es también una crítica del formato neoliberal de la globalización, que ha vaciado de contenido grandes conceptos como el de libertad e igualdad y alimenta grandes desigualdades, conflictos sociales identitarios e innumerables guerras.
Sin pueblo no hay sinodalidad, solo multiplicidad de reuniones con quienes se creen “representarlo” desde el poder o las ideologías.