En México se organizó el fin de semana una concentración denominada "Marcha por la Democracia" donde miles de ciudadanos llegaron a las plazas más importantes del país, para manifestarse contra algunas iniciativas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador que buscan debilitar al Instituto Nacional Electoral, encargado de organizar las elecciones que se realizarán este año; la desaparición de órganos autónomos que vigilan y controlan los abusos de poder; así como cambios importantes en el Poder Judicial.

Por lo que la Conferencia del Episcopado Mexicano expresó su solidaridad con los ciudadanos, movimientos, agrupaciones y colectivos que organizaron y participaron en esta marcha de manera pacífica en la Ciudad de México, así como en otras ciudades del país y el extranjero.

Como parte de las Jornadas de Oración que organiza la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los obispos mexicanos solicitaron a la feligresía orar por el fortalecimiento de la democracia en nuestro país y para ser mexicanos corresponsables.

El secretario de la CEM, Mons. Ramón Castro afirmó que esta campaña es muy oportuna, debido a que lamentablemente la democracia en México no está en su mejor momento.

La Arquidiócesis Primada de México, externó su solidaridad con niños y adolescentes migrantes no acompañados, abandonados al interior de un tráiler en una carretera del estado de Veracruz.

La Pastoral de Movilidad Humana externó su preocupación por la vulnerabilidad que experimentan los niños migrantes en su tránsito por México.

En México ya fue ratificado el Plan B de la Reforma Electoral, por el cual hace unos días los obispos mexicanos manifestaron su preocupación, además, más de 118 organizaciones de la sociedad civil se organizaron para convocar una concentración en el Zócalo de la Ciudad de México para alzar la voz en contra de estas reformas que aseguran son inconstitucionales y debilitan al Instituto Nacional Electoral.

Por lo que en entrevista para un periódico mexicano, el padre Mario Ángel Flores Ramos, director del Observatorio Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), afirmó que la Iglesia no está convocando a esta concentración, pero si motiva a los ciudadanos a que participen en defensa del sistema democrático en México.

El también director de la Dimensión para la Doctrina de la Fe de la Arquidiócesis Primada de México, confirmó que la relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador es limitada y rechazó que los obispos mexicanos sean opositores o adversarios de su gobierno, por lo que rechazó la etiqueta que les puso el mandatario mexicano de pertenecer al “ala conservadora” del país.