Si algo hemos aprendido o vamos aprendiendo en estos meses de pandemia es a “bailar con la incertidumbre”.
En una sociedad que organiza sus agendas, horarios y programaciones, la crisis sanitaria, el parón general, el confinamiento y la “invisibilidad” del virus ha pegado duro en en nuestro punto de flotación de la capacidad para lidiar con la incertidumbre y de vivir en la cuerda floja de la flexibilidad casi a diario.
Los retos son muchos, los miedos siguen inundando diversos ámbitos de nuestra vida, la incertidumbre se cuela en cada rincón de nuestras agendas, ocupaciones y tareas,... ¿Cómo enfrentar estas semanas que nos esperan? ¿Hay alguna receta mágica?
Solamente juntos, con confianza y flexibilidad seremos capaces de crecer en verdadera humanidad.