"Quienes me conocen son testigos de mi enorme preocupación por la polarización extrema que se está adueñando del discurso público en España y no seré yo quien contribuya a avivar la hoguera"
"Escuché con atención su discurso, excelencia, y cuando abandonaba la Basílica me hice el propósito de no acudir más a la cita hasta tanto en cuanto no se produjera una rectificación por su parte – ni siquiera es preciso explicita – para despolitizar el acto"
"Me va a permitir Su Excelencia que le recuerde que el ejercicio de la libertad de opinión por parte de personas que ostentamos responsabilidades públicas debe someterse al filtro de la prudencia, la proporción y el sentido común"
"No puedo admitir ni validar con mi presencia el tono peyorativo (rayano en el desprecio) que empleó para desacreditar a las mujeres que luchan a diario por su derecho a ser protagonistas de su propia vida, y el reproche furibundo exhibido frente a aquellas personas sensibilizadas con la problemática ecologista y el medio ambiente"