Ramadán es el noveno mes del calendario lunar islámico, el cual comienza con el primer resplandor de la luna creciente y concluye con el avistamiento del nuevo creciente, que da paso a la fiesta de ‘Eid al-Fitr

Durante una luna completa estamos llamados a ayunar más de dos millones de musulmanes tan solo en España, aproximadamente veinticinco millones en Europa y unos mil quinientos millones en el mundo

Los musulmanes españoles, salvo los de Ceuta y Melilla, experimentamos Ramadán con una sensación extraña, pues si cada vez más vamos viendo como la ciudadanía se da cuenta y a nivel privado la percibe, en los espacios públicos es una fiesta muy poco conocida a pesar de ser celebrada por la mayor minoría religiosa de nuestro país. Por ejemplo, los colegios casi no la contemplan con sus especificidades y se ve, por parte de algunos, con cierto recelo

Juan María Tellería: "Todos los seres humanos, sin excepción, profesemos la fe que profesemos, todos, somos hijos del mismo padre, y esto nos lo está evidenciando Francisco"

Alfredo Abad: "Las amenazas de las ideologías, en el mundo evangélico, ha sido flagrante con el apoyo a Trump o Bolsonaro, y amenaza con una ruptura de la cohesión social y del diálogo"

Rafael Vázquez: "Hay que combatir la cristianofobia, la judeofobia, la islamofobia, es ponerse en la mirada del otro"

Antonio de Diego: "Este pontificado ha sido un reto, porque nadie sabía cuánto iba a prosperar (...). El Papa ha pedido que nos reencontráramos como hijos de Adán, no tanto como hijos de Abraham, para caber todos"

Andréy Kórdochkin: "El contexto del que vino Bergoglio es muy distinto del de España. La de Francisco es una visión ecuménica, en el sentido de universal"

FEREDE ve el atentado como "hecho aislado, que no refleja la ejemplar convivencia entre vecinos de distintas procedencias y creencias que caracteriza a la ciudad de Algeciras, y que debe protegerse de los oportunistas que quieran instrumentalizarlo para alentar la islamofobia y sembrar discordia"

Junta Islámica: "Este tipo de actos execrables no tienen ninguna cabida en una sociedad plural y abierta, donde la libertad de culto debe ser un valor central"