Un año después de la dana que devastó l’Horta Sud el 29 de octubre de 2024, el recuerdo del agua y el barro sigue vivo. No solo en la memoria colectiva de los vecinos de Paiporta y Picanya, dos de las localidades más afectadas, sino en los objetos que han formado parte de su patrimonio religioso y artístico
En el taller del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación (IVCR+i), en Castellón, estas piezas hablan. Con grietas, con pintura descascarillada, con madera hinchada y con ausencias dolorosas
Pero también con esperanza. Porque aquí, bajo luces blancas y manos expertas, se escribe una segunda oportunidad