Lucas 4, 14-21

En estos tiempos, las mujeres fortalecidas con la "Ruah" Divina, llegan a sus comunidades, a sus espacios de misión. Entran en sus sitios sagrados: Malokas, Templos, Casas comunitarias, Tulpas (fogones), asambleas abiertas...para propiciar, animar, motivar, el diálogo intercultural a la luz de sus libros sagrados.

Diálogo y reflexión que las lleva a anunciar a sus Pueblos las Buenas Noticias de compasión, amor y solidaridad, como signos de la pobreza como opción, y no como empobrecimiento. La libertad que es capaz de liberar de las cadenas injustas. La toma de conciencia, para quitar la venda de los ojos y recobrar la vista que permite ver los signos del Reino en nuestros espacios de vida. La liberación de todo aquello que degrada a la persona, para que se restituya la dignidad humana.

Las mujeres, hoy, sueñan y proclaman el Jubileo que perdona todas las deudas, como una profecía de que las grandes potencias condonen las deudas externas a los Pueblos menos favorecidos. Ellas, después de leer las líneas de vida en los textos y contextos de sus culturas, se sientan alrededor de las Tulpas, de los fogones, de las asambleas y dicen: Hoy se empieza a cumplir esta Escritura.