Pide a Gobierno y oposición un acuerdo "lo antes posible" para poner fin al "sufrimiento" El Papa expresa su "cercanía" con el "amado pueblo venezolano"

La población venezolana desea una salida pacífica a la crisis
La población venezolana desea una salida pacífica a la crisis

Pide al Señor en el ángelus para que "inspire e ilumine a las partes involucradas, por el bien del país y de toda la región"

Recuerda que "si no sientes compasión frente a una persona necesitada, si tu corazón no se conmueve, significa que algo anda mal"

(Vatican News).- En los saludos tras el Ángelus, en el corazón del Papa, el sufrimiento del pueblo venezolano, que sigue sufriendo por la crisis. El pedido del Papa al Señor es para que “inspire e ilumine a las partes involucradas, para que puedan lo antes posible llegar a un acuerdo que ponga fin al sufrimiento de la gente por el bien del País y de toda la región”. Éstas sus palabras:

Se llegue a un acuerdo lo antes posible

«Una vez más, quisiera expresar mi cercanía al amado pueblo venezolano, particularmente extenuado por la prolongada crisis. Pidamos al Señor que inspire e ilumine a las partes en causa, para que puedan llegar lo antes posible a un acuerdo que ponga fin al sufrimiento de la gente por el bien del país y de toda la región».

Solidaridad del CELAM

Solidaridad con el pueblo y la Iglesia venezolanos expresó el viernes el Consejo Episcopal Latinoamericano, al día siguiente de la exhortación pastoral de los Obispos de la Conferencia Episcopal venezolana pidiendo un “cambio de rumbo” para el país. El CELAM aseguró que toma “muy en cuenta” los señalamientos de los obispos del Venezuela respecto a “las decisiones urgentes que se deben tomar en Venezuela, en especial, de la necesidad de la gobernabilidad legítima que requiere el país” .

“Le manifestamos nuestra plena solidaridad con el pueblo y la Iglesia venezolanos, frente a la compleja y dramática situación política, económica y social que les toca vivir en estos difíciles tiempos, donde está en juego la democracia, derechos humanos y cuidado de la Creación de forma tan aguda, como la describen con mucha precisión en el Documento”, escribieron los obispos del CELAM.

Urgente la entrada masiva y distribución de alimentos y medicinas

Los Obispos de la Conferencia Episcopal venezolana habían hecho pública su exhortación pastoral en el jueves 11 de mayo, señalando entre otras cosas, la necesidad perentoria para la recuperación del país, de que “quienes se dedican al ejercicio de la política, o aspiren a hacerlo”, lo hagan como “una alta forma de caridad” que mire al bien común y no a los intereses particulares, pidiendo también, una vuelta a la Constitución. Apremiante ha sido el pedido de los prelados para que se permita la entrada masiva y distribución de la ayuda de alimentos y medicinas, con participación y supervisión internacional.

Seamos capaces de tener compasión

La calurosa jornada romana no impidió a muchísimos fieles rezar junto con el Pontífice en la Plaza de San Pedro a la Madre de Dios. La famosa parábola del “buen samaritano” que presenta el Evangelio del día fue el tema de la catequesis del Papa, y la pregunta planteada a Jesús por parte de un doctor dela ley, su punto de partida.

«¿Quién es mi prójimo?»

El doctor de la ley pregunta a Jesús sobre lo que es necesario para heredar la vida eterna, y Jesús “le invita a encontrar la respuesta en las Escrituras”: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo».

El Papa notó que sin embargo, había «diferentes interpretaciones de quién debía ser entendido como “prójimo”. De hecho, ese hombre todavía pregunta: “¿Y quién es mi prójimo?”.  Jesús responde con la parábola que, “gracias al evangelista Lucas, ha dejado una huella indeleble en la historia de la Iglesia y de la humanidad”:

«El protagonista de la breve narración – recordó Francisco – es un samaritano, que a lo largo del camino encuentra a un hombre, robado y golpeado por ladrones, y cuida de él. Sabemos que los judíos trataban a los samaritanos con desprecio, considerándolos extraños al pueblo elegido. No es, pues, una coincidencia que Jesús escogiera precisamente a un samaritano como personaje positivo de la parábola».

También quien no conoce a Dios puede actuar según su voluntad

Escogiendo a un extranjero, explicó el Santo Padre, Jesús quiere superar el prejuicio, demostrando que “incluso uno que no conoce al verdadero Dios y no frecuenta su templo, es capaz de comportarse según su voluntad, sintiendo compasión por el hermano necesitado y socorriéndolo con todos los medios a su alcance”.

El Papa recordó luego que por ese mismo camino, antes que el samaritano, habían pasado un sacerdote y un levita sin detenerse, probablemente para "no contaminarse con su sangre”. La reacción de estas personas, “dedicadas a la adoración de Dios”, fue de anteponer “una regla humana ligada al culto”, a saber, el no contaminarse con la sangre, al “gran mandamiento de Dios”, que, sobre todo, “quiere la misericordia”: 

«Jesús, pues, propone como modelo al samaritano, precisamente uno que no tenía fe. También nosotros pensamos en tanta gente que conocemos, quizás agnóstica, que hace el bien. Jesús escoge como modelo uno que no era un hombre de fe. Y este hombre, que ama a su hermano como a sí mismo, muestra que ama a Dios con todo su corazón y con todas sus fuerzas - ¡el Dios que no conocía! -y al mismo tiempo expresa la verdadera religiosidad y la plena humanidad».

Jesús invierte nuestra lógica

«¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de ladrones?». Con esta respuesta de Jesús a su interlocutor, tras la narración de la breve parábola, el Maestro “invierte nuestra lógica”. Porque nos hace comprender “que no somos nosotros los que, a partir de nuestros criterios, definimos quién es prójimo y quién no, sino que es la persona en necesidad quien debe ser capaz de reconocer quién es su prójimo”. Es decir, señaló Francisco, “quién tuvo compasión de él”:

«Ser capaces de tener compasión: esa es la clave. Esta es nuestra clave.  Si no sientes compasión frente a una persona necesitada, si tu corazón no se conmueve, significa que algo anda mal. Está atento, estemos atentos. No nos dejemos llevar por la insensibilidad egoísta. La capacidad de compasión se ha convertido en la piedra de comparación del cristiano,ante la enseñanza de Jesús. Jesús mismo es la compasión del Padre por nosotros. Si vas por la calle y ves a un sin techo tirado allí, y pasas sin siquiera mirarlo tal vez, o piensas: "Bueno, es el efecto del vino". Es un borracho", pregúntate a ti mismo no si ese hombre está borracho, pregúntate si tu corazón no se ha endurecido, si tu corazón no se ha convertido en hielo». 

Ser capaces de tener compasión como Dios

«Esta conclusión indica que la misericordia hacia una vida humana en estado de necesidad es el verdadero rostro del amor. Así se llega a ser verdadero discípulo de Jesús y se manifiesta el rostro del Padre: “Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso” (Lc 6,36). Es así como el mandamiento del amor a Dios y al prójimo se convierte en una regla de vida única y coherente».

[ Dios, nuestro Padre, es misericordioso, porque tiene compasión; es capaz de tener esta compasión, de acercarse a nuestro dolor, a nuestro pecado, a nuestros vicios, a nuestras miserias ] 

En el final de su alocución, el Obispo de Roma elevó su oración al cielo, pidiendo que “la Virgen María nos ayude a comprender y sobre todo a vivir cada vez más el vínculo inseparable que existe entre el amor a Dios nuestro, que es Padre, y el amor concreto y generoso a nuestros hermanos, y nos de la gracia de tener y crecer en la compasión.

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