Inaugura el "Borgo Laudato Si", "semilla de esperanza que el Papa Francisco nos ha dejado como legado" León XIV recuerda que el cuidado de la creación es "una verdadera vocación para todo ser humano"

León XIV lanza comida a los peces en el estanque del "Borgo Laudato si"
León XIV lanza comida a los peces en el estanque del "Borgo Laudato si" RD/Captura

"Lo que vemos hoy es una síntesis de extraordinaria belleza, donde la espiritualidad, la naturaleza, la historia, el arte, el trabajo y la tecnología buscan coexistir en armonía. Esta es, en definitiva, la idea del "borgo", un lugar de cercanía y convivencia. Y todo esto nos habla de Dios"

Palabras del papa León XIV en la inauguración, esta tarde del "Borgo Laudato Si", en las Villas Pontificias de Castel Gandolfo, donde, siguiendo la estela del papa Francisco, abogó, citándolo, por "recuperar una serena armonía con la creación, reflexionar sobre nuestro estilo de vida y nuestros ideales, contemplar al Creador, que vive entre nosotros y en todo lo que nos rodea"

"Lo que vemos hoy es una síntesis de extraordinaria belleza, donde la espiritualidad, la naturaleza, la historia, el arte, el trabajo y la tecnología buscan coexistir en armonía. Esta es, en definitiva, la idea del "borgo", un lugar de cercanía y convivencia. Y todo esto nos habla de Dios".

Palabras del papa León XIV en la inauguración, esta tarde del "Borgo Laudato Si", en las Villas Pontificias de Castel Gandolfo, donde, siguiendo la estela del papa Francisco, el primer pontífice en escribir una encíclica sobre la ecología integral, abogó, citándolo, por  "recuperar una serena armonía con la creación, reflexionar sobre nuestro estilo de vida y nuestros ideales, contemplar al Creador, que vive entre nosotros y en todo lo que nos rodea". 

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"El cuidado de la creación, por tanto, representa una verdadera vocación para todo ser humano, un compromiso que debe llevarse a cabo en el seno de la propia creación, sin olvidar jamás que somos criaturas entre las criaturas, no creadores", señaló en la homilía de la ceremonia de la liturgia de la Palabra con el Rito de la Bendición, con la que quedó inaugurado ese emblemático espacio de 55 hectáreas entre los municipios de Castel Gandolfo y Albano Laziale, y que incluye maravillas histórico-paisajísticas, jardines, fuentes y una gran variedad de plantas.

León XIV en la ceremonia de bendición del "Borgo Laudato si"
León XIV en la ceremonia de bendición del "Borgo Laudato si"

"La Aldea Laudato si', que inauguramos hoy, es una de las iniciativas de la Iglesia destinadas a realizar esta «vocación de ser custodios de la obra de Dios» (Exhortación Apostólica Laudate Deum, 217): una tarea exigente, pero hermosa y fascinante, que constituye un aspecto primordial de la experiencia cristiana", añadió el papa Prevost.

"El Borgo Laudato si' –prosiguió– es una semilla de esperanza que el Papa Francisco nos ha dejado como legado, una "semilla que puede dar frutos de justicia y paz" (Mensaje para la X Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación). Y lo hará manteniéndose fiel a su mandato: ser un modelo tangible de pensamiento, estructura y acción, capaz de promover la conversión ecológica a través de la educación y la catequesis".

El Centro de Alta Formaciíón, dentro del complejo Borgo Laudato si
El Centro de Alta Formaciíón, dentro del complejo Borgo Laudato si RD/Captura

Homilía del Santo Padre

En el Evangelio de Mateo que acabamos de escuchar, Jesús ofrece varias enseñanzas a sus discípulos. Me gustaría centrarme en una de ellas, que parece especialmente apropiada para esta celebración. Dice: «Observad las aves del cielo... Observad los lirios del campo, cómo crecen» (Mt 6,26.28).

No es raro que el Maestro de Nazaret se refiera a la naturaleza en sus enseñanzas.

La flora y la fauna suelen ser protagonistas de sus parábolas. Pero en este caso, hay una clara invitación a observar y contemplar la creación, acciones encaminadas a comprender el plan original del Creador. Todo ha sido sabiamente ordenado, desde el principio, para que todas las criaturas contribuyan a la realización del Reino de Dios. Cada criatura tiene un papel importante y específico en su plan, y cada una es un bien, como enfatiza el libro del Génesis (cf. Gn 1,1-29).

León XIV reza en el Jardín de la Virgencita, centro espiritual del Borgo Laudato si
León XIV reza en el Jardín de la Virgencita, centro espiritual del Borgo Laudato si RD/Captura

En el mismo pasaje del Evangelio, refiriéndose a las aves y los lirios, Jesús hace a sus discípulos dos preguntas: "¿No valen ustedes más que ellas?" y luego: "Si Dios viste así a la hierba del campo... ¿no los vestirá con mucha más razón a ustedes?" (Mt 6,30).

Como repitiendo implícitamente el relato del Génesis, Jesús enfatiza el lugar especial reservado, en el acto creativo, para el ser humano: la criatura más hermosa, hecha a imagen y semejanza de Dios. Pero este privilegio conlleva una gran responsabilidad: la de cuidar a todas las demás criaturas, respetando el plan del Creador (cf. Gn 2,15). El cuidado de la creación, por tanto, representa una verdadera vocación para todo ser humano, un compromiso que debe llevarse a cabo en el seno de la propia creación, sin olvidar jamás que somos criaturas entre las criaturas, no creadores. Por ello, es importante, como escribió mi predecesor, «recuperar una serena armonía con la creación, reflexionar sobre nuestro estilo de vida y nuestros ideales, contemplar al Creador, que vive entre nosotros y en todo lo que nos rodea» (Laudato si', 225).

La Aldea Laudato si', que inauguramos hoy, es una de las iniciativas de la Iglesia destinadas a realizar esta «vocación de ser custodios de la obra de Dios» (Exhortación Apostólica Laudate Deum, 217): una tarea exigente, pero hermosa y fascinante, que constituye un aspecto primordial de la experiencia cristiana. El Borgo Laudato si' es una semilla de esperanza que el Papa Francisco nos ha dejado como legado, una "semilla que puede dar frutos de justicia y paz" (Mensaje para la X Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación). Y lo hará manteniéndose fiel a su mandato: ser un modelo tangible de pensamiento, estructura y acción, capaz de promover la conversión ecológica a través de la educación y la catequesis.

Lo que vemos hoy es una síntesis de extraordinaria belleza, donde la espiritualidad, la naturaleza, la historia, el arte, el trabajo y la tecnología buscan coexistir en armonía. Esta es, en definitiva, la idea del "borgo", un lugar de cercanía y convivencia.

Y todo esto nos habla de Dios.

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