El Papa Francisco renovó, con una serie de nombramientos, al Pontificio Consejo para la Cultura, indicando nuevos miembros y nuevos consultores, entre ellos también cuatro mujeres.
Se trata de sor Patricia Murray, irlandesa, secretaria de la Unión Internacional de Superioras Generales; sor Mariella Mascitelli, italiana y arquitecta; sor Dominica Dipio, ugandesa, docente de Literatura en la Makerere University de Kampala; y una laica, Maud de Beauchesne-Cassanet, responsable del Departamento de Arte Sagrado de la Conferencia de Obispos franceses.
El presidente del Pontificio Consejo para la Cultura es el cardenal Gianfranco Ravasi. La actividad del organismo se resume en la acogida a los visitantes, la organización de congresos, los contactos con la Iglesia y con el mundo, y la gestión de publicaciones.