"Ser Iglesia en la guerra es caridad, solidaridad y valentía" Parolin a los obispos ucranianos: "Sería injusto dudar del afecto del Papa por el pueblo ucraniano y de su esfuerzo"

El cardenal Pietro Parolin junto a Sviatoslav Shevchuk
El cardenal Pietro Parolin junto a Sviatoslav Shevchuk

El cardenal secretario de Estado intervino ayer en el Sínodo de la Iglesia greco-católica, en curso en Roma, anunciando un encuentro con representantes de las comunidades eclesiales locales sobre cuestiones relacionadas con el conflicto.

(Vatican News).- El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, intervino ayer, martes 5 de septiembre, en la reunión anual del Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana que se está celebrando en Roma.

El cardenal prometió la cercanía de la Santa Sede y la cercanía personal del Papa, recordando sus llamamientos públicos (que comenzaron inmediatamente después del 24 de febrero de 2022), la carta del 24 de noviembre de 2022, la "inmensa acción" llevada a cabo desde los "albores de la guerra", la ayuda humanitaria llevada en nombre del Pontífice por el cardenal limosnero Konrad Krajewski. "Frente a gestos tan repetidos y significativos", subrayó, "sería injusto dudar de su afecto por el pueblo ucraniano y de su esfuerzo, no siempre comprendido y apreciado, por contribuir a poner fin a la tragedia en curso y a asegurar una paz justa y estable a través de la negociación".

"Sería injusto dudar del afecto del Papa por el pueblo ucraniano y de su esfuerzo, no siempre comprendido y apreciado, por contribuir a poner fin a la tragedia en curso y a asegurar una paz justa y estable a través de la negociación"

La guerra es siempre un mal

No menos atención, señaló el cardenal Parolin, prestó la Secretaría de Estado, que, junto al Pontífice, "se ha interesado por el intercambio de prisioneros, la repatriación de niños ucranianos desde Rusia", pero también "por el acuerdo sobre la exportación de trigo, por los aspectos humanitarios del plan de paz propuesto por las autoridades ucranianas". En este sentido, el cardenal anunció que próximamente, aceptando la propuesta del arzobispo mayor de Kyiv-Halyč, Sviatoslav Shevchuk, y en el marco de la Comisión Interdicasterial Permanente para la Iglesia en Europa del Este, "nos reuniremos con representantes de la Iglesia sui iuris y de la Iglesia latina, así como con una serie de expertos, para profundizar en las cuestiones relacionadas con la guerra y su origen, teniendo en cuenta que la guerra es siempre un maly, aun cuando responda al derecho a la legítima defensa, es nuestro deber como cristianos y como Pastores limitar al máximo sus efectos, con palabras y con acciones".

"La guerra es siempre un mal y, aun cuando responda al derecho a la legítima defensa, es nuestro deber como cristianos y como Pastores limitar al máximo sus efectos"

Ser Iglesia en medio del drama 

A continuación, el discurso del cardenal Parolin se detuvo en "cómo ser Iglesia" en una realidad dramática como la guerra en curso en Ucrania. La respuesta, dijo, se encuentra en las obras de caridad, en la cercanía a los que sufren, en la solidaridad con los necesitados.

El cardenal recordó que parroquias y comunidades greco-católicas ucranianas de todo el mundo han organizado centros de recogida de ayuda humanitaria, como alimentos, ropa y medicinas. Entre ellas, señaló, "destaca la comunidad de Santa Sofía en Roma, de donde han salido más de cien camiones destinados principalmente a los habitantes de las regiones de Kharkiv y Kherson". Una contribución especial a esta "misión samaritana", dijo, fue la realizada por Cáritas Ucrania, junto con Cáritas Spes, cuyos "trabajadores no escatimaron esfuerzos, incluso poniendo en riesgo sus propias vidas".

La Santa Sede comparte preocupación por sacerdotes desaparecidos o detenidos

Otro elemento importante es que "obispos y sacerdotes permanecieron con sus rebaños en las zonas ocupadas". A este respecto, el Secretario de Estado recordó a los dos redentoristas de Berdiansk, el padre Ivan Levitskyi y el padre Bogdan Heleta, desaparecidos tras su detención en noviembre de 2022. No cabe duda, añadió, de que la Santa Sede "comparte vuestra preocupación por su suerte y no descuida ninguna ocasión para pedir noticias de ellos y obtener, si es posible, su liberación".

Atención pastoral a los soldados comprometidos con la patria

Por otra parte, señaló el cardenal, la Iglesia greco-católica ha prestado también una atención pastoral significativa a "los soldados comprometidos en la defensa de la patria". Ante la amenaza contra "la existencia misma del pueblo ucraniano", dijo, "les habéis sostenido espiritualmente con vuestras oraciones y les habéis enseñado que, del mismo modo que defienden la soberanía y la libertad de su territorio nacional, también deben custodiar sus corazones para no ceder al odio, del que pueden ser presa fácil en presencia de tantas atrocidades". Esta es, de hecho, "la batalla más importante del cristiano". Y "la verdadera victoria sólo puede ser una", como indicaron los propios obispos en el mensaje publicado por el Sínodo el año pasado -titulado: "Vence al mal con el bien"- asegurando: "Sólo venceremos definitivamente si seguimos amando".

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