¿Qué pasó en los últimos 5 minutos del primer encuentro de León XIV con los cardenales? “Esa es la esencia de Prevost; la muceta es lo accesorio”

“En el papa León, algunos confunden lo accidental con lo esencial. Es accidental que se asome a la logia de San Pedro con la estola y la muceta; es accidental que se pueda ir a vivir o no a al Palacio Apostólico. Todo eso es secundario"

"Para entender muy bien a León XIV hay que releer el discurso que pronunció en la mañana del 10 de mayo, día y medio después de ser elegido Papa, cuando nos reunió a los cardenales en el Aula del Sínodo”, señala a Religión Digital uno de los purpurados asistentes

El Papa se dirige al Colegio Cardenalicio @Vatican Media

“Ustedes, queridos cardenales, son los más estrechos colaboradores del Papa, y esto me sirve de consuelo al aceptar un yugo que claramente supera no sólo mis fuerzas, sino a las de cualquier otro”. Así comenzaba León XIV el pasado 10 de mayo, 36 horas después de ser elegido Papa por la mayoría de los cardenales que tenía enfrente en el Aula del Sínodo, su encuentro con los cardenales llegados días antes a Roma desde todos los rincones del planeta para participar en el cónclave.

Era, tras la misa celebrada la víspera, el 9 de mayo, en la Capilla Sixtina, un encuentro buscado por el agustino Robert Francisc Prevost. Estaba todavía asimilando lo acontecido en aquel marco incomparable en la tarde del jueves 8 de mayo, aunque ya algún cardenal el había “profetizado”, mientras se quitaban las vestimentas litúrgicas tras finalizar la misa pro eligendo pontifice, que el elegido sería él.

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Si había alguien consciente en la Curia vaticana de la polarización en que estaba sumida la Iglesia católica, sin duda uno de ellos era el prefecto de los Obispos. Lo pudo observar ya en su época en Perú, donde él y otro puñado de pastores, como Carlos Castillo, remaban contra corriente. Y lo comprobó nada más desembarcar en el Vaticano reclamado por Francisco. Secretaría de Estado le puso la proa. Y la comunicación, por más que ahora se quiera vender, no era fluida.

Omisiones que no son despistes

En este primer encuentro ‘oficial’ con los cardenales, a la hora de los agradecimientos a quienes tuvieron responsabilidades durante la etapa de la Sede Vacante, hubo omisiones que no pueden ser entendidas como un mero despiste. Lo que sucede es que los grupos más ultras, quienes precisamente en aquellos días maniobraron más descarada y grotescamente contra él, quieren reconducir el relato y construir uno en donde puedan tener cobijo, con manga ancha y puñetas.

Verle salir con la muceta (tras el susto mayúsculo de oír unos segundos antes su nombre, por más que sonase en el añorado latín) les recolocó la mueca en la cara dos días después de haber arrojado sobre aquellos mismos hombros gravísimas acusaciones.

Primera aparición pública de León XIV RD/Captura

“En el papa León, algunos confunden lo accidental con lo esencial. Es accidental que se asome a la logia de San Pedro con la estola y la muceta; es accidental que se pueda ir a vivir o no a al Palacio Apostólico. Todo eso es secundario. Para entender muy bien a León XIV hay que releer el discurso que pronunció en la mañana del 10 de mayo, día y medio después de ser elegido Papa, cuando nos reunió a los cardenales en el Aula del Sínodo”, señala a Religión Digital uno de los purpurados asistentes.

Es realmente un texto programático. Y todo ese programa estaba atravesado por citas de la Evangelii Gaudium, del papa Francisco”, añade este cardenal. “Ahí estaba la conversión misionera, la colegialidad y la sinodalidad, el sensus fidei, la piedad popular, la atención a los descartados, el diálogo con el mundo de hoy… Y esa es la esencia de Prevost. Lo otro, es accesorio”, apunta este cardenal, que tiene una relación fluida (y no de última hora) con el Papa agustino.

El estilo Prevost

“Pero hubo más”, añade. Después de su breve discurso, “León XIV nos pidió reflexionar cinco minutos, en silencio, pensar todo aquello que nos gustaría decirle al Papa. Lo que quisiéramos”. Este cardenal vertió en dos folios lo que le dictaba su cabeza. La tiene perfectamente estructurada. Sabe de gobierno. Sabe de escuchar. Sabe de cuándo intervenir. Y sabe formar e impulsar equipos. A León XIV le consta desde hace años.

León XIV, en su primer encuentro con los cardenales en el Aula del Sínodo @Vatican Media

“Luego, nuestras reflexiones las pusimos en común en pequeños grupos, con los dos o tres que teníamos al lado. Ese era el estilo. Luego, un portavoz, expuso un resumen con todas aquellas aportaciones. Se nos invitó, a los que quisiéramos, que las pusiéramos al servicio del Papa”. El papa Prevost tiene ya sus dos folios.

“Ahí está el común sentir de los cardenales. Y es muy importante también para entender este pontificado esta cuestión, que es lo mismo que sucedió con Francisco. No hay que olvidar que Bergoglio siempre repetía que él no había hecho nada más que aquello que los cardenales le habían pedido en el precónclave”. Y las palabras más repetidas en estas últimas congregaciones generales ha sido “misión”, “evangelización” y “Reino de Dios”, apunta este cardenal.

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