Justicia bíblica y fraternidad en el encuentro de los Caminos jubilares sinodales Padre Occhetta: "La fraternidad no es biológica, se da culturalmente y es una elección que hay que hacer"

Participantes en el nuevo ciclo de las 'Jornadas Jubilares Sinodales'
Participantes en el nuevo ciclo de las 'Jornadas Jubilares Sinodales'

La tarde de este 4 de marzo, se desarrolló en el Aula Nueva del Sínodo el primer simposio del nuevo ciclo de la iniciativa organizada por la Fundación Fratelli Tutti y la Basílica de San Pedro en preparación al Año Santo 2025

Los testimonios de Gemma Capra, viuda del comisario Calabresi, y del biblista Pietro Bovati: en la acción divina es fundamental la salvación de quien se ha perdido

(Vatican News).- La justicia de Dios no es la justicia del hombre, que sólo pretende reparar el mal sufrido, sino que abarca el concepto más amplio del perdón y la reconciliación. Este es el tema principal del primero de los encuentros del nuevo ciclo de las "Jornadas Jubilares Sinodales", dedicadas en 2023 a la purificación de la memoria, que ha tenido lugar la tarde de este sábado en el Aula Nueva del Sínodo en el Vaticano.
"Justicia bíblica y fraternidad" fue el tema del simposio, inspirado en el capítulo séptimo de la encíclica Fratelli Tutti - Caminos para un nuevo encuentro - y que reunió a exponentes del mundo de la sociedad civil y de la Iglesia.

Gemma Capra Calabresi: el perdón es una opción de vida

Incluir el perdón como categoría esencial de la justicia no es un camino fácil y es imposible recorrerlo sin fe. Así lo atestigua Gemma Capra Calabresi, viuda del comisario de policía Luigi Calabresi, asesinado el 17 de mayo de 1972 bajo su casa. La mujer tenía 25 años y recuerda cómo aquel día, mientras se desplomaba en el sofá del salón de su casa a causa del lacerante dolor, sintió una fuerza y "una absurda paz interior" que la llevaron a rezar por la familia del asesino. "Una fuerza que no podía venir de mí", explica, subrayando cómo aquel día, aunque ya era creyente, "tuvo el don de la fe".

A partir de ahí, cuenta a Vatican News, comenzó un camino que la llevó a reflexionar sobre el significado mismo del perdón, nacido de ver a los autores en el juicio, de las preguntas de sus alumnos durante las clases de religión, de conocer a gente corriente y a presos. "Fue un camino largo y difícil", explica, "con muchos deslices hacia atrás, pero cuando leí la palabra perdón comprendí que era un don y que, por tanto, era inútil intentar razonar, porque el perdón no se da con razonamientos, con inteligencia, con razonamientos, sino que se da sólo con el corazón. Un don que se da con amor".

Así que en ese momento hice la elección en mi vida de comenzar este camino", continúa, "es realmente una elección interior y me gustaría decir a todo el mundo que se puede, que es difícil pero que se puede incluso después de un dolor lacerante seguir amando la vida, se puede incluso después de la traición y la calumnia seguir creyendo en los demás y se puede cambiar el juicio sobre personas que veías como todo el mal del mundo".

Bovati: salvar a los perdidos es el sentido de la justicia bíblica

En las mismas Escrituras, explica el padre jesuita Pietro Bovati, secretario emérito de la Pontificia Comisión Bíblica, la justicia se revela "cuando el Señor entra en contacto con el injusto y el culpable", ya sea un individuo o un pueblo. La justicia divina salva a los culpables, como testimonia Cristo, que da la gracia a todo pecador arrepentido que encuentra. Una salvación que parte de Dios y no depende del pecador, pero que no puede existir sin que el pecador acepte la gracia divina. Ésta, subraya Bovati, es también "la tarea que se confía a los creyentes, que no pueden contentarse con una justicia que se limita a dar a cada uno sus culpas, pensando que, en el cumplimiento de la sentencia, en el juicio de condena, se lleva a término el proceso, sino que debe llevar hasta el final el deseo de ir a buscar y salvar al que está perdido. Este es el verdadero sentido de la justicia bíblica".

Gambetti: construir una sociedad en torno a la fraternidad

Los "Caminos Jubilares Sinodales" están organizados por la Fundación Fratelli Tutti en colaboración con la Basílica de San Pedro y tienen como objetivo preparar el Jubileo de 2025 con la encíclica del Papa Francisco como horizonte. El sueño para el Año Santo, explicó el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica papal de San Pedro, es "contribuir a la construcción de un mundo más bello" y ver una sociedad construida en torno a la fraternidad, porque ésta "derriba del trono a los poderosos, alimenta a los hambrientos, da espacio a los humildes y permite que los injustos se conviertan en justos".

Occhetta: reconstruir los vínculos, única alternativa a la violencia

La experiencia de esta nueva etapa de los "Caminos", que el año pasado tuvo como temas la proximidad y el cuidado, implicó a 325 asociaciones y a más de mil participantes, y el año que viene abordará la responsabilidad de construir juntos el bien común, "consiste en primer lugar en reunir a quienes en la sociedad civil trabajan en el gran tema de la justicia: los mediadores, abogados, jueces, notarios, el tercer sector, el mundo del voluntariado - porque creemos que como alternativa a la violencia y a la guerra está precisamente la reconstrucción de las relaciones, según lo que nos dice la Biblia, que es precisamente recomponer los lazos que están rotos en la sociedad". Así lo afirmó el padre Francesco Occhetta, presidente de Fratelli Tutti, quien reiteró: "Queremos narrar lo que es posible, pero también queremos dar un lugar para que los que se reúnan puedan crear un nuevo proceso y una nueva cultura, porque la fraternidad no es biológica, se da culturalmente y es una elección que hay que hacer".

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