La congregación celebra en Madrid la V Jornada Internacional sobre Trata con Fines de Explotación Sexual Oblatas: "La trata se hace invisible cuando las mujeres también lo son"

Las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor – Provincia Europa han celebrado en Madrid la V Jornada Internacional sobre Trata con Fines de Explotación Sexual, bajo el lema “Experiencias y reflexiones en el  acompañamiento a las víctimas”.  

La cita, que ha combinado la modalidad presencial y virtual, ha reunido a más de 300 profesionales del ámbito social, jurídico, educativo y pastoral para profundizar en las transformaciones que vive la trata y en los desafíos que plantea la atención a las  mujeres que la sufren. 

Carmen Ortega, superiora de la Provincia Europa de las Hnas. Oblatas, ha indicado que la jornada ha partido de una constatación preocupante: la realidad de la trata y la prostitución se ha vuelto más compleja, más dispersa y más invisible. En este sentido, ha manifestado que los contextos se transforman, las redes cambian sus modos de captación y control, y las mujeres se enfrentan a situaciones cada vez más precarias, con mayores dificultades para acceder a derechos básicos como la vivienda, la salud o el trabajo. 

“La trata se hace invisible cuando las mujeres también lo son”, ha señalado Carmen Ortega. “Nuestra misión es acompañarlas desde la cercanía y el respeto y recordar a la sociedad que su historia no puede quedar en los márgenes”, ha concluido la Hna. Carmen. 

Las Hermanas Oblatas de la provincia Europa trabajan en proyectos sociales en España, Portugal e Italia, donde cada año se acompaña a miles de mujeres en contextos de prostitución y trata. En esos espacios, la acogida, el vínculo y el acompañamiento se convierten en el eje de una acción social que va más allá de la asistencia: es una apuesta por la autonomía, la libertad y la restitución de derechos. 

"En los últimos años se ha observado un aumento de mujeres que viven directamente en los lugares donde ejercen prostitución —pisos, clubes o espacios cerrados—, lo que incrementa su aislamiento y vulnerabilidad"

El responsable de las jornadas, Roberto Ferreiro, ha subrayado que en los últimos años se ha observado un aumento de mujeres que viven directamente en los lugares donde ejercen prostitución —pisos, clubes o espacios cerrados—, lo que incrementa su aislamiento y vulnerabilidad. También ha remarcado que se constata un  empeoramiento de la salud física y emocional, agravado por las condiciones de vida y la exposición a la violencia.

“Nos enfrentamos a realidades nuevas que exigen formas nuevas de acompañar”, ha explicado Roberto Ferreiro. “No basta con ofrecer ayuda; es necesario generar espacios donde las mujeres puedan reconstruir su vida, descubrir sus capacidades y sentirse parte de una comunidad que las reconoce y las impulsa”, ha aseverado Ferreiro. 

La propuesta oblata se sostiene sobre una convicción profunda: toda mujer tiene derecho a ser acompañada con respeto, sin juicios, y con la confianza puesta en sus propias posibilidades. Ese modo de acompañar, que nace del carisma oblata, se traduce en acciones concretas:itinerarios personales y de formación, atención  psicológica y sanitaria, programas de inserción sociolaboral y recursos residenciales y de protección donde las mujeres pueden iniciar un nuevo camino. 

"La congregación promueve la sensibilización social y la incidencia política, convencida de que sin un cambio de  mirada colectiva no hay verdadera justicia para las mujeres en prostitución y/o las víctimas de trata sexual"

Para las Oblatas, el acompañamiento es una forma de transformación social. Cada proceso personal es también un gesto de denuncia frente a las estructuras que generan exclusión. Por eso, junto a la atención directa, la Congregación promueve la sensibilización social y la incidencia política, convencida de que sin un cambio de  mirada colectiva no hay verdadera justicia para las mujeres en prostitución y/o las víctimas de trata sexual.

“Queremos seguir siendo presencia de esperanza”, ha añadido Carmen Ortega, “tejida en red con tantas personas, entidades e instituciones que creen que la dignidad no se negocia, se defiende. Porque la trata no es un problema de unas pocas sino un delito que nos interesa como sociedad y reclama acciones concretas que aborden esta realidad de manera integral. 

“Acompañar no es sustituir; es caminar al lado”, ha resumido Roberto Ferreiro. “En ese camino, cada mujer se convierte en protagonista de su propio proceso y nos recuerda que la esperanza también se aprende acompañando”.