Hoy la verdad no tiene nada que ver con aquello que los griegos llamaban aleceia, des ocultamiento. Hoy la verdad es lo que dice y repite mil veces la tele, el que manda. La verdad del poder es lo que le interesa al poder y lo que interesa al poder es lo correcto. Lo correcto es lo verdadero y así se establece. Lo opuesto a la verdad es el   embaucamiento. El poder oculta, embauca, y declara incorrecto y mentira todo aquello que no le conviene, que no apoya sus planes, y lo elimina de las redes, de la tele, de los medios. El poder determina lo que es cierto y verdad, y decide sobre la realidad de lo real. Cuando el político dice y desdice y dice lo contrario en un par de horas no miente, sino que utiliza las palabras como instrumentos al servicio de su poder.

-¿Eso es así o es solo lo que pretende el poder?

-Es lo que pretende, hace todo por lograrlo y lo logra en buena medida