El Pontífice adelantó el Angelus, rezando por "la martirizada Ucrania" y las víctimas del atentado de Moscú Silencio papal: Francisco decide no pronunciar la homilía en la misa de Domingo de Ramos

Francisco no leyó, ni delegó en nadie, para leer la homilía. En cambio, optó por un largo minuto de silencio, para que los fieles pudieran reflexionar, con hondura, cada una de las palabras del relato de la Pasión y Muerte de Cristo, que arranca este Domingo de Ramos. Hasta el momento, no se ha informado de las razones del Pontífice

Y eso que se vio a un Francisco bastante mejorado, en una plaza colorida como en las mejores ocasiones, y repleta de decenas de miles de fieles que aprovecharon los pocos rayos de sol que se escapaban tras las nubes, antes de una Semana Santa que se prevé pasada por agua

“Jesús entró en Jerusalén como rey humilde y pacífico. Abramos nuestros corazones. Solo Él nos puede librar de la enemistad, del odio, de la violencia, él es la misericordia y el perdón de los pecados”, añadió el Pontífice, quien pidió oraciones “por todos los hermanos y hermanas que sufren a causa de la guerra” dijo en el Angelus

"Pensemos también en Gaza, que sufre tanto, y en tantos lugares de conflictos y guerras”

Día grande en el Vaticano. Domingo de Ramos, procesión de palmas, en una abarrotada plaza de San Pedro. Con una gran sorpresa: frente a lo que debiera ser habitual, el Papa Francisco (visiblemente mejorado de su catarro), decidió no pronunciar la homilía y, en su lugar, mantuvo un largo silencio tras la lectura de la Pasión según San Marcos.

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Tras la tradicional procesión de las palmas, que llevó a medio centenar de cardenales (entre ellos, Burke o Sarah),  más otros 150 sacerdotes que concelebraban en un lugar lleno de fieles, a recorrer la mayor plaza de la Cristiandad, y las bendiciones de los ramos, se llevó a cabo la solemne lectura, cantada, de la Pasión de Cristo. Este año, tocaba la de san Marcos.

Procesión de cardenales en Domingo de Ramos
Procesión de cardenales en Domingo de Ramos

Sin embargo, a su término, Francisco optó por un largo minuto de silencio, para que los fieles pudieran reflexionar, con hondura, cada una de las palabras del relato de la Pasión y Muerte de Cristo, que arranca este Domingo de Ramos. Hasta el momento, no se ha informado de las razones del Pontífice, quien concelebró junto al cardenal Claudio Gugerotti, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.

Y eso que se vio a un Francisco bastante mejorado, en una plaza colorida como en las mejores ocasiones, y repleta de decenas de miles de fieles que aprovecharon los pocos rayos de sol que se escapaban tras las nubes, antes de una Semana Santa que se prevé pasada por agua. El Papa sí leyó la monición de entrada, y dio paso a las peticiones, aunque el peso de la celebración (y la consagración) corrieron a cargo de Gugerotti.

Silencio de Francisco en Domingo de Ramos
Silencio de Francisco en Domingo de Ramos

Angelus adelantado con Moscú, Ucrania y Gaza como protagonistas

Francisco sí leyó una reflexión al término de la celebración, que sirvió como Angelus (se rezó justo después, en torno a als 11,30). En la misma, y tras expresar su cercanía a una comunidad colombiana que sufrió hace días el asesinato de dos personas, el Papa oró “por las víctimas del vil atentado terrorista en Moscú", que calificó de "acto inhumano que ofende a Dios". "Que el Señor los acoja en su paz y dé consuelo a sus familias”. 

“Saludo a todos ustedes, fieles de Roma, en particular a la delegación de la ciudad de San Remo, que también este año, desde hace cuatro siglos, han ofrecido las palmas para esta celebración. Gracias, que el Señor los bendiga”, recalcó.

Francisco, leyendo el Angelus
Francisco, leyendo el Angelus

“Jesús entró en Jerusalén como rey humilde y pacífico. Abramos nuestros corazones. Solo Él nos puede librar de la enemistad, del odio, de la violencia, él es la misericordia y el perdón de los pecados”, añadió el Pontífice, quien pidió oraciones “por todos los hermanos y hermanas que sufren a causa de la guerra”.

“Pienso en la martirizada Ucrania, donde tantas personas se encuentran en gran necesidad debido a los ataques contra las estructuras”, clamó el Papa. “Están en riesgo de una catástrofe humanitaria. Por favor no se olviden de la martirizada Ucrania”, terminó Francisco, quien pidió que “pensemos también en Gaza, que sufre tanto, y en tantos lugares de conflictos y guerras”.

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