Decenas de miles de jóvenes llegan a la capital por tierra, mar y aire Los “papaboys” inundan Madrid

(Jesús Bastante).- Dicen que todos los caminos conducen a Roma. También, que de Madrid al Cielo. Y esta semana, ambas expresiones se unen en la capital de España. Por venir, estará hasta el propio obispo de la Ciudad Eterna, que clausurará la Jornada Mundial de la Juventud, el evento que congrega al mayor número de jóvenes en el mundo. Centenares de miles de chicos y chicas ya han "tomado" Madrid, y hoy participarán en la inauguración de la JMJ, con una Eucaristía presidida por el cardenal Antonio María Rouco. Una auténtica marea humana, ruidosa y alegre, que durante una semana cambiará el color de la ciudad de Madrid.

Desde ayer, por tierra mar y aire, miles de peregrinos de 193 países ya se ha instalado en colegios, parroquias y centros públicos de la Comunidad de Madrid. Para hospedarse, 330.000 personas han solicitado alojamiento y serán albergados en 6.137 espacios, 693 de ellos públicos, como colegios o polideportivos, además de parroquias, colegios mayores, universidades privadas etc.

Pasean por las principales arterias de la capital -ya cortadas al tráfico- con sus banderas al viento, entonando cánticos de apoyo al Papa y gritando cada vez que, al otro lado de la calle, encuentran otro grupo de jóvenes, de su país, su región o con una bandera que reconocen. Durante los primeros días, el protagonismo ha corrido a cargo de los iraquíes, que con grandes banderas se han apostado en el paseo del Prado, junto al Ministerio de Sanidad.

Unos 90.000 fieles llegaron ayer a Barajas para asistir a la JMJ. Otro medio millón fueron llegando, principalmente en autobús, desde los cuatro puntos cardinales del país. Y es que Madrid se configura en estos días en el punto de encuentro de miles de jóvenes, muchos de los cuales ya han participado en los "Días en las Diócesis" en Valencia, Andalucía, Cataluña, Galicia o Castilla y León. Todos esperando al Papa, que no llegará hasta el jueves, pero con ganas de hacer cosas. "Queremos ver Madrid, conocer a gente, pasarlo bien... y ver al Papa", nos cuenta Adrian, peregrino belga que estos días "para" en la parroquia de la Asunción de Parla. Caminan sin prisa, pero con los ojos bien abiertos. La experiencia lo merece.

Museos como el Prado, el Thyssen o el Reina Sofía han ampliado sus horarios de apertura, y desde hoy los jóvenes cuentan con toda una panoplia de actividades, desde las más lúdicas (festival de cortos, teatro, música en la calle) a los más específicamente litúrgicos (oraciones, la "Fiesta del Perdón" que se ha inaugurado en el parque del Retiro). Resulta emocionante contemplar tantas banderas, tantas sonrisas, tanto "buen rollo" en torno a la figura del Papa y de un modelo de juventud sano y alegre.

Son los "papaboys". Los chicos y chicas que siguen a Benedicto XVI allá donde va. Muchos de ellos, en esta ocasión, españoles. Jóvenes de parroquias o curiosos. Y también, cómo no, los más férreos seguidores de los nuevos movimientos. Los "kikos" aseguran que traerán a Madrid a más de 300.000 jóvenes. Contra eso no hay competencia posible, por mucho que el Opus Dei, los Focolares, Regnum Christo o Comunión y Liberación se hayan movilizado. Jesuitas, salesianos o scouts se han preparado a conciencia durante dos semanas, para llegar a Madrid con el espíritu abierto a conocer nuevas experiencias y vivir la fe en su pleno sentido de catolicidad. Pues uno de los riesgos de este tipo de eventos es el de los "compartimentos estanco", el de la no relación entre las distintas sensibilidades de la Iglesia.

"Es una experiencia única encontrarse con gente de todo el mundo, además de conocer un país que todo el mundo tiene ganas de conocer, junto con Europa en general, y poder compartir un mismo pensamiento porque somos católicos", dijo a la AFP Daniel Borba Zanelatto, un joven brasileño de 15 años, a su llegada al aeropuerto madrileño. "Ha sido una experiencia muy bonita, muy positiva. Estamos cansados, pero muy ilusionados por estar aquí para ver al Papa", añadió María Méndez, de 37 años, llegada a la capital española con medio centenar de dominicanos, desde Barcelona, donde ha pasado los últimos tres días.

Y es que la llegada de Benedicto XVI a la capital de España supone por encima de cualquier otro apelativo un acontecimiento de enorme interés público. El aluvión de visitas que recibirá Madrid durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) supone un reto organizativo en medio de una dura crisis política y económica.

La crisis financiera, el adelanto electoral o el movimiento 15-M cederán, o eso parece, su protagonismo durante esta semana al obispo de Roma, que tiene ante sí la difícil misión de presentar a los jóvenes una Iglesia más cercana de lo que expresan las encuestas.

Benedicto XVI acude a un país en el que los jóvenes se muestran escépticos en cuanto a creencias religiosas. Muchos de ellos son los hijos de una generación de padres que ya antes habían decidido alejarse de la religión.

La previsión de millón y medio de jóvenes en Madrid para participar en la Jornada Mundial de la Juventud ha obligado a la organización a manejar cantidades descomunales no sólo en comida, bebida y sillas, sino también en confesionarios y rosarios. Cifras enormes que dan una idea de la magnitud del encuentro.

La JMJ contará con un dispositivo especial integrado por 6.150 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que velarán por la seguridad en 126 localidades de la Comunidad de Madrid, fronteras y carreteras. A ellos se suman más de 12.000 efectivos que aporta el Ayuntamiento de Madrid entre Policía Municipal, Samur y agentes de movilidad.

Los escenarios
La puerta de Alcalá es el punto de partida de la presencia del Papa en la JMJ. Allí cruzará el emblemático monumento con jóvenes de cinco continentes y se trasladará a la cercana plaza de Cibeles, donde inaugurará con una misa el encuentro mundial.
El Paseo de Recoletos será el escenario del Via Crucis que se celebrará al día siguiente. El recorrido se ubica entre las plazas de Cibeles y de Colón, que acogerá la última de las estaciones de este Via Crucis urbano.
El encuentro del Papa con los jóvenes en la noche del 20 de agosto tendrá lugar en el aeródromo de Cuatro Vientos. Esta ubicación se encuentra en el sudoeste de la ciudad, a 8 kilómetros del centro de Madrid. Es el lugar donde se celebrará la Vigilia y la Eucaristía con el Papa pernoctarán casi 500.000 jóvenes la noche del 20 al 21
Además de estos escenarios principales, en el Retiro se celebrarán dos eventos con motivo de la JMJ. "La Feria de las vocaciones" y "La fiesta del perdón" para la que hay instaladas 200 confesionarios atendidos por sacerdotes en 20 idiomas distintos durante 12 horas cada día. Por primera vez, Benedicto XVI participará confesando personalmente a un grupo de jóvenes.

Porque, esta semana, todos los caminos conducen a Madrid. Y, ya se sabe (y más en el caso de una JMJ): de Madrid, al Cielo.

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