No seamos creídos.: "Yo no soy", Él es

homilía / revisión de vida serena y en calma 

La revisión de vida (examen de conciencia) sea tranquila y serena; no es un elenco escrupuloso y torturador de pecados.

Dios me sondea y me conoce con amabilidad y ello es más que suficiente y gozoso. (salmo 138)

  1. Isaías

Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor

+   ¿Mi vida transcurre con estos criterios: Ayudar a los que sufren, sanar los corazones rotos, transmitir libertad y gratuidad en la vida?

  1. 1Tesalonicenses

Estad siempre alegres. Sed constantes en orar … No apaguéis el Espíritu.

Isaías dice también en la 1ª Lectura: Desbordo de gozo y me alegro con mi Dios.

+   No siempre se puede estar contento, pero sí que se puede vivir serenamente y transmitir calma…

+   ¿Vivo en una cierta paz y amabilidad, o soy siempre un mandón totalitario y amargado?

+   ¿No apaguéis el Espíritu? ¿Soy persona que vive de la libertad del Espíritu? ¿Vivo en el espíritu del Vaticano II o me aferro miedosamente a las viejas tradiciones?

+   ¿Dónde “milito” yo? ¿En la más estricta observancia legal o en la misericordia y libertad de los hijos de Dios y hermanos de Jesús?

    ¿Vivo a la escucha de la Palabra, de la sensatez, de la voz que Dios nos comunica en la vida también hoy?

  1. Evangelio de Juan: Juan Bautista y Jesús

    El evangelio de san Juan es un continuo “yo soy” aplicado a Cristo: El “Yo soy” aparece decenas de veces en su evangelio.

Se podría decir que este evangelio joánico está compuesto por largas catequesis que terminan con un “yo soy”: la samaritana: Yo soy el agua, (Jn 4), la multiplicación de los panes: Yo soy el pan de vida, (Jn 6). El ciego del templo: Yo soy la luz, (Jn 9), Lázaro: Yo soy la resurrección y la vida, (Jn 11). Yo soy el camino, la verdad y la vida, (Jn 14,6). Yo soy Rey, (Jn 18,37)…

Pues bien, Juan Bautista repetirá hasta la saciedad: “yo no soy”, Yo no soy Cristo, ni el mesías, no soy Elías, no soy el profeta. Nosotros diríamos: soy un pobre hombre. Juan Bautista dice de sí mismo que es una voz que clama en el desierto, (Jn 1,23).

Juan Bautista era la voz, pero el Señor era la Palabra que existía ya al comienzo de la creación. Juan Bautista era la voz, Cristo es la Palabra eterna.

+   ¿Soy persona que me creo el “no va más”? ¿Me considero muy importante, “imprescindible”, soy o tengo tales cualidades, cargos, etc…?

+   ¿Oriento a mis hermanos hacia Cristo –hacia el que es-  o lo hago hacia mi iglesia, mi ideología, mi partido, mis intereses?

+   ¿Procuro transmitir luz, la Palabra o impongo “mi palabra” y mis criterios? ¿Soy oyente de la palabra y procuro transmitirla?

unos minutos de silencio

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