Cuando hablamos de nuevos caminos, una preocupación muy presente en el Sínodo para la Amazonía, debemos mirar hacia el futuro, algo que no podemos olvidar que está en manos de los jóvenes. Por eso, ayudar a los jóvenes a comprender los secretos de la Amazonía debe ser una prioridad para la Iglesia, especialmente la que camina en la región.

En la Archidiócesis de Manaos, la Semana del Joven Líder tuvo lugar por novena vez del 15 al 20 de julio, donde más de 250 jóvenes se reunieron para reflexionar sobre el tema "Juventud Amazónica: de la ciudadanía a la Florestanía". El evento, organizado por la Pastoral de la Juventud, como reconoce Gabriel Barbosa Souza, secretario de la PJ, es "muy significativo porque en la semana los jóvenes líderes renuevan su protagonismo y lo llevan a sus bases".

La Semana del Joven Líder, según Gabriel, "es un proceso continuo, en tres fases, iniciación, discipulado y misión, es algo de suma importancia en el proyecto de vida de los jóvenes". Esto tiene repercusiones en la vida de los jóvenes en las parroquias, áreas misioneras y comunidades. Como reconoce el Secretario de la PJ, "después de la Semana del Joven Líder vemos que los líderes, dentro de la pastoral y dentro de las parroquias y áreas misioneras, crecen en otras pastorales, no solo en la Pastoral de la Juventud, sino también en la catequesis, liturgia y otras".

Con el tema elegido para este año, Gabriel afirma que "queríamos traer el Sínodo para la Amazonía y el Sínodo de la Juventud, queríamos abrir un camino, incluso dejar la ciudad para mirar nuestros interiores, diciendo que la oración es la misma". Él líder juvenil recuerda que con la Semana del Joven Líder, “ha dado inicio como juventud el trabajo dentro de las bases, ellos ahora van a llevar a sus grupos juveniles a trabajar lo que el Papa Francisco nos pide, que seamos una Iglesia en salida, que creemos nuevas formas de evangelización en la Amazonía, sobre todo con los pueblos indígenas", insiste el Secretario del PJ, hablando sobre el Sínodo para la Amazonía.

Partiendo de la idea de juventud y ciudad, los jóvenes manauaras, a través de las místicas y los talleres, reflexionaron durante toda la semana sobre los elementos, agua, fuego, aire y tierra, tratando de descubrir cuál es el concepto de florestanía, ciudadanía de los pueblos de la selva, todo lo relacionado con temas de preservación ambiental, estimulando la participación activa de las comunidades locales, recuperando áreas degradadas por la pesca depredadora y la deforestación, elementos presentes en el Sínodo para la Amazonia. Podemos decir que el concepto de florestania muestra la necesidad de estimular la ciudadanía de los pueblos de la selva en un área tan importante para el equilibrio ecológico del planeta.

Esta defensa de la ecología está cada vez más presente en las preocupaciones de los jóvenes, con Greta Thunberg como un ícono de esta lucha que está alcanzando una dimensión planetaria y está provocando descalificaciones por parte del poder económico y político. Esta conciencia socio ambiental, "sobre todo, por el hecho de estar viviendo en la Amazonía, siendo de Manaos, esto es de inmensa importancia, porque si nosotros de la Amazonía no comenzamos a dar estos primeros pasos, estos clamores por soluciones para la Amazonía, no esperemos que otros que vienen de lejos puedan darlas", reconoce Gabriel Barbosa Souza, quien insiste en que todo esto "es de gran importancia y tiene una muy buena repercusión para nosotros como jóvenes".

Layla Garrido Melgueiro, una joven nacida en una comunidad indígena del pueblo Baré, que participó por primera vez en la Semana del Joven Líder, reconoce que este momento sirvió para que "los jóvenes que buscan algo mejor para su vida, siendo formados como líderes, puedan ir al encuentro de las personas que necesitan ayuda, incluidos los jóvenes que están metidos en el mundo de las drogas". Al mismo tiempo, la joven insiste en la importancia de "cuidar nuestra casa común, donde estamos llamados a cuidar lo que no solo es mío o de los indígenas, sino de todos, porque si no nos ocupamos, vendrán las consecuencias". Según Layla, "sería bueno si todas las personas tuvieran el cuidado que nosotros los indígenas tenemos con la naturaleza".