Un gran desastre

Salmo 79
Medio Oriente siempre ha sido una región llena de sobresaltos y actualmente parece que la paz sea algo imposible de lograr.

El salmo 79 es una expresión de esta situación en la cual la paz es un bien difícil de alcanzar. El salmista clama a Dios como pastor, el que guía el pueblo de Israel pero parece como si Dios se despistara y olvidara su misión de proteger su pueblo: “Pastor de Israel, escucha, tú que guías a José como un rebaño… Despierta tu poder y ven a salvarnos” (v 2 y 4).

Continua el salmo con una exclamación: “Oh Dios restáuranos que brille tu rostro y nos salve” (v 4). Es como un reclamo al Señor de que no se olvide de su heredad, pues parece que hace oídos sordos a sus súplicas: “Señor de los Ejércitos, ¿hasta cuándo estarás airado mientras tu pueblo te suplica? Le diste a comer llanto, a beber lágrimas a tragos” (v 5 y 6).Comer llanto, beber lágrimas son expresiones muy gráficas del dolor de un pueblo. Pienso que estas pueden ser expresiones de tanta gente que sufre las consecuencias de una guerra interminable. ¡Pobres sirios! Unos viven bajo el efecto de las bombas y otros huyen de ellas con la esperanza de encontrar donde poder vivir en paz, pero su camino está lleno de obstáculos y de incomprensiones. La vida de los refugiados es muy dura.

En unos versículos más adelante el salmista dice: “Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña” (v 15). Esta puede ser nuestra oración de intercesión por todos los países que viven en guerra, por todos aquellos que viven bajo la opresión de cualquier tipo. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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