El Cardenal Aguiar, recordó el discurso que Paulo VI dirigió a la ONU en 1965 Cardenal Aguiar: "Aunque desconozcamos el camino a recorrer y las adversidades seamos promotores y sembradores de paz"

Aguiar Retes: La paz no se construye solamente mediante la política sino con el espíritu, las ideas y las obras de la paz.
Aguiar Retes: La paz no se construye solamente mediante la política sino con el espíritu, las ideas y las obras de la paz.

Durante la celebración que la Arquidiócesis de la Ciudad de México realizó en unión a la Consagración de Rusia y Ucrania al Corazón de María, el Arzobispo Carlos Aguiar Retes reflexionó sobre la crisis mundial.

Diversas diócesis del país, prepararon actividades para sumarse a éste Acto de Consagración al que el Papa Francisco convocó en la Solemnidad de la Anunciación. 

La Conferencia del Episcopado Mexicano, en la voz de su Secretario General Monseñor Ramón Castro comunicó en días pasados como "En plena comunión con el Papa Francisco, orando juntos como colegio episcopal, en la Solemnidad de la Anunciación, durante la celebración Eucarística presidida por el Emmo. Sr. Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de México, nos uniremos en la oración con el Santo Padre para consagrar a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María."

Durante la ceremonia celebrada  al medio día del pasado 25 de marzo en la Basílica de Guadalupe, el Arzobispo Primado de la Ciudad de México, Carlos Aguiar Retes hizo una reflexión sobre los crudos momentos que vive el mundo a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. 

De ésta manera, retomó durante su homilia el discurso que el Papa Paulo VI, que dirigió a la ONU el 4 de octubre de 1965, donde el pontífice clamaba ante las representaciones de los estados integrantes: ¡Nunca jamás la guerra! ¡Nunca jamás la guerra! Es la paz, la paz, la que debe guiar el destino de los pueblos y de toda la humanidad.

Por igual, Aguiar Retes enfatizó las palabras que éste discurso bien dislumbraba sobre como que es que no basta la acción política y el equilibrio de poderes e intereses para generar la paz, sino que para construirla es necesario hacerse con el espíritu, las ideas y las obras de la paz.Por ello es que el edificio de la civilización moderna debe levantarse sobre principios espirituales, los únicos capaces no sólo de sostenerlo, sino también de iluminarlo.

El Cardenal Aguiar para finalizar su reflexión invitó a "seguir el ejemplo de María, escuchar lo que nos pide el Espíritu Santo y aceptarlo, aunque desconozcamos el camino a recorrer y las adversidades que encontraremos; seamos promotores y sembradores de la paz y digamos como María: “Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”."

El Cardenal Carlos Aguiar en ofrecimiento y acto de Consagración a los pies de Guadalupe

Al concluir se llevó a cabo el Acto de Consagración, de la misma manera que ocurrió en diversas diócesis del mundo y en Roma, dónde a los pies de la Virgen del Tepeyac fueron pronunciadas las mismas palabras que la hace ya casi 500 años San Juan Diego recibió como alivio ante su aflicción : "En esta hora oscura, ven a socorrernos y consolarnos. Repite a cada uno de nosotros: “¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”. Tú sabes cómo desatar los enredos de nuestro corazón y los nudos de nuestro tiempo. Ponemos nuestra confianza en ti."

En una emergencia acudimos al único que lo puede resolver, acudimos a Dios a través de María

De la misma manera, que en diversas diócesis de México, el Arzobispo de Monterrey y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano Rogelio Cabrera López, presidió una santa misa en la que consagró a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María desde la Basílica del Guadalupe en la ciudad de Monterrey, México.

Mons. Rogelio Cabrera : "La alegría es el mejor antídoto para la guerra y el conflicto"

En la medida que se pierde la fe aumenta la amargura y crecen los conflictos, donde no está Dios no hay esperanza, no hay futuro, no hay razón para amar; alégrate María, alégrate Iglesia, alégrate humanidad, la alegría es el mejor antídoto para la guerra y el conflicto”, expresó Monseñor Cabrera. 

“Vivimos un momento de emergencia y en una emergencia acudimos al único que lo puede resolver, acudimos a Dios a través de María, de su corazón inmaculado, ella dijo «hágase en mí según tu Palabra» hágase en mi según tu voluntad” , concluyó.

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