El profesor del Trinity College, tras el asesinato del activista evangélico Kirk Faggioli:" La Iglesia, incluso en Europa, pronto tendrá que empezar a enfrentarse al neocatolicismo nacionalista hecho en EE.UU"

Mural de Charlie Kirk caracterizado como un ángel
Mural de Charlie Kirk caracterizado como un ángel EFE

Kirk “era un evangélico blanco, pero no estaba particularmente interesado en la retórica nacional-religiosa”, pero “desde 2019, puso mayor énfasis en el papel del cristianismo en el proyecto MAGA: un cristianismo cultural más fundamentalista y militante que el de los políticos "cristianistas" de la Nueva Derecha europea"

"Un cristianismo que rompe con el consenso de la coexistencia multirreligiosa y multicultural, para adoptar una retórica a menudo acusada —incluso por figuras del conservadurismo estadounidense clásico— de antisemitismo e islamofobia"

"Una contrarrevolución dirigida contra la Iglesia del Concilio Vaticano II, la Iglesia de los derechos humanos, del diálogo judeo-cristiano e interreligioso, de la solidaridad dentro de la única familia humana”

“La Iglesia, incluso en Europa, pronto tendrá que empezar a enfrentarse a este neocatolicismo nacionalista hecho en los Estados Unidos y al que Charlie Kirk sabía hablar”, según sostiene en un artículo publicado en La Croix el profesor de Eclesiología en el prestigioso Trinity College de Dublin, Massimo Faggioli, al analizar el asesinato el pasado 10 de septiembre del joven influencer evangélico, clave en el auge del voto juvenil en las pasadas elecciones de noviembre que dieron la segunda victoria a Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.

El clima de paranoia y odio nacional se agrava, y cada acto de violencia política aumenta la probabilidad del siguiente, facilitando la instauración (o el mantenimiento) de un estado policial”, asevera el también autor del libro De Dios a Trump. Crisis católica y política americana.

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“Estados Unidos atraviesa una fase de violencia y miedo, incluso en sus escuelas, universidades e incluso en sus iglesias. El asesinato político de Charlie Kirk da testimonio de una guerra civil "fría" o de "baja intensidad", y en la historia estadounidense, toda guerra —y especialmente la guerra civil de hace 160 años— ha sido también una guerra de teologías. Hoy en día, la mutación de la extrema polarización política entre republicanos y demócratas, iniciada en la década de 1990, en una serie de actos violentos también es un problema religioso. Y católico”, afirma Faggioli.

Kirk, recuerda el profesor italiano, “era un evangélico blanco, pero no estaba particularmente interesado en la retórica nacional-religiosa”, pero “desde 2019, puso mayor énfasis en el papel del cristianismo en el proyecto MAGA: un cristianismo cultural más fundamentalista y militante que el de los políticos "cristianistas" de la Nueva Derecha europea; un cristianismo que rompe con el consenso de la coexistencia multirreligiosa y multicultural, para adoptar una retórica a menudo acusada —incluso por figuras del conservadurismo estadounidense clásico— de antisemitismo e islamofobia”.

Kirk, afirma Faggioli, “fue el profeta más influyente —entre los jóvenes, pero no solo entre ellos— de la "Segunda Revolución Estadounidense", que es el trumpismo”, “una contrarrevolución religiosa, a la que las iglesias estadounidenses, en particular la Iglesia Católica, luchan por responder: una contrarrevolución dirigida contra la Iglesia del Concilio Vaticano II, la Iglesia de los derechos humanos, del diálogo judeo-cristiano e interreligioso, de la solidaridad dentro de la única familia humana”.

En este sentido, cabe mencionar que en su encuentro el pasado sábado con el nuevo embajador de los Estados Unidos ante la Santa Sede, "el Papa León subrayó que nuestras diferencias políticas nunca pueden resolverse con la violencia y le transmitió al embajador Burch que rezaba por la viuda de Kirk y por sus hijos", según señaló en su cuenta de X la embajada.

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