¡Que la palabra se alce y el silencio ceda ante la fuerza de la justicia! Foro Krisare: Vencer el miedo para romper el silencio
"Romper el silencio es ejercer la palabra profética que nombra la realidad por su nombre: la explotación es un pecado social, la desigualdad es violencia. La palabra compartida desenmascara el poder y disuelve el miedo individual en la fortaleza colectiva"
Pay un cambio en la planificación del Foro KRISARE Foroa 2026 ya que no se celebrará en marzo como se anunció inicialmente, sino que se ha trasladado a los días 8 y 9 de mayo de 2026 en el Palacio de Congresos Europa de Vitoria-Gasteiz
El silencio es el aliado más eficaz de la injusticia. Permite que el poder, sostenido por la sombra y el miedo, actúe sin contrapeso. En un mundo dominado por un capitalismo despiadado que denigra a las personas, perpetúa la pobreza y pisotea los derechos humanos, romper este silencio no es solo un acto de valentía cívica, sino un imperativo ético y, para los creyentes, profundamente religioso.
La aguda reflexión de la teología contemporánea nos ha señalado la raíz del problema. Como indica José María Mardones en el primer capítulo de su libro Matar a nuestros dioses, la vulnerabilidad y la incertidumbre son constitutivas del ser humano. Somos seres frágiles, susceptibles de ser heridos, y es de este temor a la herida o al extravío de donde brota el afán de poder. Miramos hacia el poder —político, económico o incluso religioso— para que nos proporcione la coraza que nuestra condición parece necesitar. En este sentido, el miedo es el origen y el sostén del dominio.
Somos seres frágiles, susceptibles de ser heridos, y es de este temor a la herida o al extravío de donde brota el afán de poder. Miramos hacia el poder —político, económico o incluso religioso— para que nos proporcione la coraza que nuestra condición parece necesitar
El sistema capitalista actual es un maestro en la instrumentalización de este miedo. Nos paraliza con la amenaza del desempleo, la exclusión y la precariedad, logrando un silencio cómplice: el del trabajador explotado que no denuncia, el del ciudadano que ve la injusticia y se encoge de hombros. Este dominio se basa en la inmovilización de las conciencias.
Sin embargo, en el núcleo de nuestra fe encontramos una fuerza incontenible que nos permite trascender el miedo e irrumpir en el silencio. Esta fuerza no nace de la autodefensa, sino de la compasión y la ética de la justicia, elementos centrales del mensaje bíblico.
Si el poder que oprime se basa en el miedo, la fuerza que lo cuestiona y lo derrota nace del Amor Liberador. El profeta Isaías nos urge a la acción: "Aprender a hacer el bien, buscar la justicia, socorrer al oprimido, hacer justicia al huérfano, defender a la viuda" (Isaías 1:17). Este llamado es una invitación a sustituir el temor paralizante por la indignación creadora.
La palabra dicha en voz alta es la herramienta clave. Romper el silencio es ejercer la palabra profética que nombra la realidad por su nombre: la explotación es un pecado social, la desigualdad es violencia. La palabra compartida desenmascara el poder y disuelve el miedo individual en la fortaleza colectiva.
El Dios de Jesús, el que se revela en la vulnerabilidad y la impotencia de la cruz, no es un ser terrible que infunde temor: "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor" (Juan 4:18). La fe adulta nos llama a imitar el valor de Jesús, quien confrontó las estructuras de poder de su tiempo: echó a los mercaderes del templo, denunció la hipocresía de los poderosos y eligió el camino de los últimos. Nuestro mayor miedo no debería ser el riesgo personal, sino el de ser infieles a esa identificación divina con los excluidos y oprimidos.
Vencer el miedo al silencio es un acto de madurez espiritual y social. Es negarse a que nuestra fragilidad sea el cimiento de la dominación. Es transformar la cobardíaen una valentía basada en el Evangelio, alzando la voz por la dignidad humana y desafiando a los ídolos de la riqueza y la opresión.
¡Que la palabra se alce y el silencio ceda ante la fuerza de la justicia!
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No dejamos pasar esta ocasión para informaros que por causas ajenas a este equipo hay un cambio en la planificación del Foro KRISARE Foroa 2026 ya que no se celebrará en marzo como se anunció inicialmente, sino que se ha trasladado a los días 8 y 9 de mayo de 2026 en el Palacio de Congresos Europa de Vitoria-Gasteiz
Como aperitivo imprescindible, os invitamos también al evento previo que tendrá lugar el próximo 22 de enero en la Casa de cultura Ignacio Aldecoa, también de Vitoria-Gasteiz. Contaremos con la participación de Juan José Tamayo, quien no sólo nos ayudará a desgranar todos los detalles del Foro, sino que también presentará su reciente y controvertido libro: "Cristianismo radical". Una cita ineludible para profundizar en las raíces del cristianismo ante los desafíos actuales.
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