Respuesta a la entrevista radiofónica de Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria La Asamblea de representantes de los 700 firmantes de la 'Reflexion' escriben de nuevo al obispo: "No respeta nuestras palabras, tergiversa nuestras afirmaciones y obvia nuestras propuestas"

Elizalde, en la Ser
Elizalde, en la Ser

"No puede afirmar evasivamente que podemos estar con usted cuando queramos. Le hemos hecho una petición expresa y formal de estar con usted y hace treinta y cinco días que estamos esperando su llamada. Eso se llama falta de delicadeza y es impropio de un Obispo dialogal, sinodal y conciliar"

"Usted no respeta nuestras palabras, tergiversa nuestras afirmaciones y obvia expresamente nuestras propuestas. Con esto muestra que no es de hecho un Obispo dialogal, sinodal y conciliar"

"¿Acaso es ser anacrónico tratar de ser fieles a la Constitución Gaudium et spes y seguir sus perspectivas?"

"Según sus palabras, quienes intentamos vivir nuestra fe cristiana según este mensaje somos anacrónicos, estamos ideologizados y vivimos encharcados en la secularización"

Sr. Obispo: Hemos escuchado con atención su entrevista en la Cadena Ser del miércoles 2 de Marzo (un resumen de la cual, puede leer el lector al final de esta carta). En esa emisora, a preguntas de la entrevistadora, ha vuelto a hablar sobre nosotros, nuestra “Reflexión” y nuestras propuestas.

Lo primero que tenemos que decirle es que su intervención no refleja la verdad. Fuimos cuatro las personas que, con nuestras firmas, le entregamos la carta dando fe de las 500 firmas recogidas hasta entonces. Incluso su número sigue aumentando, pues el proceso de recogida de firmas continúa y estamos actualmente en 700. 

Le aclaramos otros datos. Uno de nosotros entregó nuestra “Reflexión” en el Obispado el viernes 4 de Febrero a la mañana con un escrito de presentación en el que constaban nuestros teléfonos para que usted pudiera contactarnos. No puede afirmar evasivamente que podemos estar con usted cuando queramos. Le hemos hecho una petición expresa y formal de estar con usted y hace treinta y cinco días que estamos esperando su llamada. Eso se llama falta de delicadeza y es impropio de un Obispo dialogal, sinodal y conciliar.   

Elizalde en la Ser

A nuestro modo de ver esta postura no es consecuente con el proceso sinodal que invita al diálogo ni con su afirmación de que le parece muy bien que haya diferentes maneras de pensar y distintas sensibilidades en la diócesis ni con su expresión: “estoy encantado con lo que está ocurriendo”. No está dispuesto a dialogar con nosotros porque nos ve, según dice, como a un “tribunal inquisitorial” al que no tiene que rendir cuentas. Le da la vuelta a la tortilla en la argumentación. Usted responde acusatoriamente y sin razones que queremos aparentar una “imagen” de diálogo. Según usted, nuestra petición no es sincera, somos unos mentirosos. Perdone que se lo digamos, usted no respeta nuestras palabras, tergiversa nuestras afirmaciones y obvia expresamente nuestras propuestas. Con esto muestra que no es de hecho un Obispo dialogal, sinodal y conciliar. 

Nos parece que sus afirmaciones confunden a la audiencia, al afirmar sin pruebas que esto arranca de la acción de tres sacerdotes bien conocidos. Afirma que conoce muy bien a esos sacerdotes con los que ha hablado muchas veces y sabe que sus posiciones son inamovibles. Esta aseveración no es cierta. Este escrito surge de la preocupación de un grupo importante de personas laicas y de sacerdotes de diferentes parroquias urbanas y rurales y de movimientos cristianos que, preocupados por el devenir de la diócesis, nos reunimos en asamblea y decidimos denunciar el comportamiento autoritario y conservador del Obispo en la gestión de la diócesis. 

En  nuestra “Reflexión” le señalamos aquellas acciones que nos parecían mal: afirmar rotundamente y con insistencia en el comienzo de su andadura que la diócesis de Vitoria era un “erial”, un terreno en “barbecho”, establecer dos seminarios sin consultar al Consejo Pastoral y al Consejo Presbiteral y despachar sin contemplaciones al equipo sacerdotal que gestionaba el Seminario, colocar progresivamente a adeptos suyos como responsables de comisiones diocesanas, nombrar a sacerdotes “fieles” en parroquias y sectores de importancia, romper las lógicas parroquiales de participación eclesial (un ejemplo, la parroquia de La Esperanza), traer sacerdotes conservadores de otras diócesis de España y de otros países bajo capa de aumentar la pluralidad…

Elizalde

Y, además, tenemos que recordárselo, nuestra “Reflexión” proponía una serie de propuestas que pudieran orientar la marcha de la diócesis. Nada dice usted sobre lo que proponemos ni en la “Reflexión” que el Obispado de Vitoria-Gasteiz dirigió a Religión Digital ni en esta entrevista en la Cadena Ser Vitoria. Se olvida de ello y echa un tupido velo sobre estas cuestiones pastorales, que interesan a mucha gente. ¿De verdad cree usted que es un Obispo dialogal, sinodal y conciliar? 

Hay otra afirmación suya muy chocante. Nos califica como anacrónicos porque “están defendiendo las posiciones de la Iglesia de los años 70”. Lo dice como si ello fuera un vicio o un defecto. ¿Acaso es ser anacrónico tratar de ser fieles a la Constitución Gaudium et spes y seguir sus perspectivas? Esta Constitución en su número 1 dice con claridad meridiana:

“Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad cristiana está integrada por hombres [y mujeres] que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia”.  

Desgraciadamente, según sus palabras, quienes intentamos vivir nuestra fe cristiana según este mensaje somos anacrónicos, estamos ideologizados y vivimos encharcados en la secularización. Y esto nos pasa porque “bebemos” el “vino” de una Constitución Conciliar que fue aprobada el 7 de diciembre de 1965.  

Seguimos ofreciéndole nuestro deseo de poder dialogar con usted. Es una actitud que mantenemos ahora y en el futuro.  

Firmado en nombre de la Asamblea con el refrendo de 700 firmas: María Jesús Olarte, José María Aguirre, Amelia Sánchez, Ricardo Arrieta.

Elizalde

ENTREVISTA EN LA SER    Juan Carlos Elizalde    02 marzo 2022

p) 6 años como obispo. ¿Qué balance hace?

o) Bueno… que no soy el mismo que cuando llegué. Siento que he crecido y que, responsabilidades, alegrías, disgustos… bueno, te hacen madurar. Y bueno… yo leo cosas que dije entonces y me alegro en no reconocerme en algunas. Eres el mismo, con un denominador común, pero las expectativas, los problemas…

p) ¿En que se alegra en no reconocerse?

o) Yo creo que tenía una visión más uniforme, más estrecha de Iglesia. Bueno, uno no puede evitar ser a modo de las experiencias que vive y del paisaje que tiene delante. Entonces, como me cambió el escaparate, pues me ha cambiado también la cabeza, los sentimientos… un montón de cosas, sí.

p) Respecto a esto precisamente, hay un cruce de cartas en el seno de la Iglesia alavesa.  500 feligreses alaveses firmaron en una primera misiva en la que criticaban precisamente su manera de hacer. Decían que en sus decisiones mostraba su talante autoritario, que choca con el deseo de participación de muchos creyentes … Y que en este contexto quedaban eclipsadas la creatividad y la pluralidad. A esto siguió otra carta de otro grupo de feligreses en la propia Iglesia. Pero bueno, la verdad es que las misivas eran con frases bastante duras. Usted mismo, desde el propio obispado,  una tercera carta en la que decía que en la Iglesia había espacio para todo el mundo pero que, a la vez hablaba de una visión de la Iglesia , la de estos firmantes,  anacrónica, uniforme, ideologizada y secularizada . Bastante dura el cruce de cartas. Usted habla de 4 personas, pero en realidad son 500 personas. Bueno… razonando y argumentando… ¡sentarse a hablar¡ Esto es lo que piden.  

Primero: ¿cómo recibió las críticas y luego… se ha sentado a hablar con estas personas?

o) Mira, yo estoy encantado con todo lo que está pasando, porque efectivamente aquí estamos hablando todos. Llevaba ya 6 años con la escucha constante de esta crítica de este tipo de personas… 500 firmas. al obispo no ha llegado más que 4.  No sé dónde estarán ¡¡ Pero bueno, me parece muy bien!! 

Elizalde

p) Son 4 los promotores, 500 la avalan. Son las firmas que se han recogido.

o) Estarán en su casa pero no nos han llegado.  Pero, así como os decía que yo he cambiado, estas personas no han cambiado nada desde que yo llegué, porque es el mismo mantra. Y es verdad, ellos pues ya tienen una imagen de Iglesia que es la de los años 70 más o menos… en ese sentido, por eso os digo que es anacrónica.

p) ¿qué es anacrónica, en qué sentido)

o) Pues porque obedece a unas posturas de mil novecientos setenta y tantos, no al dos mil 

p)  ¿A la apertura de la Iglesia tras del franquismo?

o) No. A la crítica sistemática a la jerarquía constantemente. Yo tengo que agradecer y aceptar muchas sensibilidades en la Iglesia de Vitoria, que es rica en sensibilidades. Yo no he quitado nada. Yo no he reprimido nada …. Yo he aportado otras sensibilidades, otros carismas… He potenciado otras realidades que no existían… el tema de las vocaciones pues afortunadamente está creciendo…. Y esa sensibilidad que me denuncia también yo la acepto como una parte más de la Iglesia. Pero ellos solo tienen esa sensibilidad: ¡nada más! Tiene que ser todo a imagen y semejanza de esa manera de hacer: tan anti jerárquica, tan crítica, tan sólo social… tan poco identitaria … entonces, claro, me parece bien que sea una sensibilidad más. Por eso hay gente que se ha hartado y ha dicho ¡se acabó, también nosotros queremos decir algo: estamos encantados con el obispo, con el impulso que está dando a la diócesis, con otros carismas que está trayendo… aquí hay libertad para todos¡

Y por eso yo digo que estoy encantado. Aquí ¡vamos a hablar todos¡

p) Y también dicen: estamos hartos de tener que tragar teatros, invenciones particulares, sermones políticos en las misas.   Esa era una de las cosas en las que se defendían.

Yo le pregunto ¿se han sentado ya a hablar, usted se ha reunido con estas cuatro personas? ¿Y las 500 personas que respaldan esta crítica, digamos,. ¿Se han visto cara a cara?, ¿Se han sentado? ¿O por teléfono?

o) ¡Nos conocemos, nos conocemos ¡Llevo ya 6 años! Y efectivamente, la respuesta oficial de la diócesis fue: “Ahí están los grupos de diálogo, ahí están los grupos sinodales, todos los martes se reúne el obispo con quien quiera.  No soy yo el que tenga que llamar a alguien porque eso sería aceptar una inquisición que pesa sobre mí.  No. Yo estoy dispuesto, como aquí que estoy hablando con vosotras y con cualquier fiel. A mí se me acerca cualquier persona que sabe que todos los domingos … Hay personas que, en vez de conectar con mi secretaria, me espera a la salida de la gaztemesa a la 7 de la tarde en San Miguel … Estoy accesible para todo el mundo. Ahora todos los martes tengo reuniones sinodales para quien quiera para hablar de la iglesia precisamente.

Ellos saben de sobre y si no vienen al obispado es porque no quieren. Yo no voy a aceptar un tribunal inquisitorial sobre mí al que tenga que dar cuentas 

Elizalde

p) Usted dice: estoy encantado que ocurra esto porque eso significa que hay vida, que hay compromiso. Independientemente que las visiones sean muy contrapuestas. Verdaderamente, desde fuera es preocupante lo contrapuestas que son porque parece más un enfrentamiento entre diferentes formas de ver las cosas. 

Pero independientemente de que usted esté encantado, Naiara insistía que habría que fomentar ese sentarse .Desde fuera, insisto, se ve una visión muy distinta. Y, teniendo en cuenta que, cada cual, en su trinchera, por así decirlo, cree que está haciendo lo más adecuado, lo más constructivo, igual es necesario generar ese ámbito de diálogo o poner la primera piedra, ¿no? Para decir: vamos a sentarnos todos y vamos a hablar de esto para que no derive en enfrentamientos …

o)    A ver ¡Es que el diálogo con estas personas, con los 3 sacerdotes, que son el origen de la carta, es un diálogo previo que nos conocemos desde hace 6 años y hemos hablado muchas veces…O sea que…  En ese sentido … el pedir diálogo es un tema de imagen. Ahí estoy en el obispado. Que vengan cuando quieran. Ninguna pega. A la salida de la entrevista esta…

p) Hablaba de los 3 sacerdotes en el origen. Parece que el movimiento o haber movido de lugar a algunos sacerdotes puede ser el origen ..

o) Y obispos en diócesis… Estos movimientos tectónicos acompañan a cualquier diócesis y a cualquier comunidad en la Iglesia. O sea, que en cualquier movimiento que el obispo haga, efectivamente, dentro de la diócesis…

p) Lo que ha podido molestar… da la sensación que en algunos ámbitos se están poniendo párrocos con posturas más conservadoras en algunos espacios. Eso puede haber molestado.

o) Bueno. No acepto más conservadoras. Para nada.  Otras sensibilidades distintas de las que había en la diócesis. Se ha enriquecido la diócesis. No acepto que sean más conservadoras. Al revés, la postura conservadora un poco recalcitrante es la de los años 70, que digo yo que es anacrónica.

p) Un recuerdo y por mencionar. Un recuerdo a Koldo Montoya que recientemente nos dejó, el cura de Zabalgana. Recuerdo haber ido a hacer un reportaje en su iglesia porque llenaba sus misas. Era un fenómeno en la ciudad. Precisamente, misas llenas de música y creatividad y esa denuncia socio política.

o) ¡Espera, espera¡ Precisamente en el funeral de Koldo es donde más he visto el sentido de orfandad en la gente y la necesidad de un buen pastor.  Yo me alegro mucho de mi comunión con Koldo y en estos 6 años haber tenido una relación fluida y amistosa y llena de afecto. Y lo quiero recalcar aquí.

Elizalde

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