El silencio de Dios y la muerte de los inocentes: Dios, ¿por qué te callas?
No pretendemos ser jueces de Dios. Pero podemos, como el Hijo del Hombre en el Monte de los Olivos y en lo alto de la cruz, Jesús, casi desesperado, clamar: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has...