"El futuro no puede ser la continuación del pasado…" Mojar las raíces en nuestra propia fuente
"En el centro de una formidable crisis planetaria, es aconsejable visitar a historiadores que normalmente tienen una visión holística y una sutil percepción de las principales tendencias de la historia"
"Dentro del sistema capitalista, que destaca por la búsqueda ilimitada (sin la justa medida) de ingresos financieros, y crea dos injusticias, una social (creando inconmensurable pobreza) y otra ecológica (devastando ecosistemas), no hay solución para la crisis actual"
"Cuando llegamos al fin de los caminos viables y solo tenemos el horizonte a la vista, me parece que no nos queda más que optar por nosotros mismos y desentrañar virtualidades no ensayadas todavía"
"Ante todo es importante entender al ser humano como Tierra que en un momento de su complejidad comenzó a sentir, a pensar, a amar, cuidar y venerar. Y he aquí que irrumpe en el proceso cosmogénico el ser humano, hombre y mujer. No sin razón es llamado homo o Adam, ambos significando 'hecho de tierra, o tierra fértil y arable'"
"Cuando llegamos al fin de los caminos viables y solo tenemos el horizonte a la vista, me parece que no nos queda más que optar por nosotros mismos y desentrañar virtualidades no ensayadas todavía"
"Ante todo es importante entender al ser humano como Tierra que en un momento de su complejidad comenzó a sentir, a pensar, a amar, cuidar y venerar. Y he aquí que irrumpe en el proceso cosmogénico el ser humano, hombre y mujer. No sin razón es llamado homo o Adam, ambos significando 'hecho de tierra, o tierra fértil y arable'"
No hay como negar que estamos en el centro de una formidable crisis planetaria. Nadie sabe hacia dónde vamos. Es aconsejable visitar a historiadores que normalmente tienen una visión holística y una sutil percepción de las principales tendencias de la historia. Cito uno que considero de los más inspiradores, Eric Hobsbawn, en su conocido libro-síntesis La Era de los Extremos (1994). Concluye sus reflexiones con esta consideración:
«El futuro no puede ser la continuación del pasado… Nuestro mundo corre el riesgo de explosión e implosión… No sabemos hacia dónde estamos yendo. Sin embargo una cosa está clara. Si la humanidad quiere tener un futuro que valga la pena, no puede ser mediante la prolongación del pasado o del presente. Si tratamos de construir el tercer milenio sobre esta base, vamos a fracasar. Y el precio del fracaso, o sea la alternativa al cambio de la sociedad, es la oscuridad» (p.562).
La oscuridad puede representar el fin de especie homo. Algo parecido dijo Max Weber en su última conferencia pública en la cual (por fin!) se refiere al capitalismo, encerrado en una ”jaula de hierro” (Stahlhartes Gehäuse) que él mismo no consigue romper. Por eso nos puede llevar a una gran catástrofe: «Lo que nos aguarda no es el florecimiento del otoño, nos aguarda una noche polar, gélida, sombría y árdua» (Cf. M.Löwy, La jaula de hierro: Max Weber y el marxismo weberiano, México 2017). Finalmente el propio papa Francisco en la encíclica Fratelli tutti (2020), advierte: «Estamos en el mismo barco o nos salvamos todos o no se salva nadie» (n.32).
Hay una convicción bastante generalizada en el campo ecológico y en notables analistas de la geopolítica mundial: dentro del sistema capitalista, que destaca por la búsqueda ilimitada (sin la justa medida) de ingresos financieros, y creados injusticias, una social (creando inconmensurable pobreza) y otra ecológica (devastando ecosistemas), no hay solución para la crisis actual. Se atribuye a Einstein la frase: «el pensamiento que creó la crisis no puede ser el mismo que nos saque de ella; tenemos que cambiar».
"Cuando llegamos al fin de los caminos viables y solo tenemos el horizonte a la vista, me parece que no nos queda más que optar por nosotros mismos y desentrañar virtualidades no ensayadas todavía"
Como las prometedoras narrativas del pasado sobre el futuro de la humanidad se han frustrado, no pueden ofrecernos rumbos nuevos, excepto tal vez el ecosocialismoplanetarioque no tiene nada que ver con el socialismo un día existente y fallido. O volver al modo de vida de los pueblos originarios, cuyo saber ancestral o el bien vivir y convivir de los andinos todavía podrían garantizarnos un futuro en este planeta. Pero me parece que estamos tan enredados dentro de nuestra burbuja sistémica que esta propuesta, por sugestiva que sea, se hace globalmente impracticable.
Cuando llegamos al fin de los caminos viables y solo tenemos el horizonte a la vista, me parece que no nos queda más que optar por nosotros mismos y desentrañar virtualidades no ensayadas todavía. Somos por naturaleza un proyecto infinito y un nudo de relaciones en todas las direcciones. Debemos sumergirnos dentro de nosotros mismos y mojar nuestras raíces en la fuente originante que brota siempre en nosotros en forma de inquebrantable esperanza, de grandes sueños, de mitos viables y de proyectos innovadores de otro rumbo por delante.
Al tomar al ser humano como referencia estructuradora no pienso en la antropología de los antropólogos y antropólogas o en otras ramas del saber sobre lo humano, siempre enriquecedoras. Pienso en el ser humano en su radicalidad insondable que ronda la zona del misterio, que cuanto más nos acercamos de él más distante y profundo se presenta. Y sigue siendo misterio en cada conocimiento. Fue la percepción que san Agustín hizo de sí mismo: factus sum mysterium mihi: “me he vuelto un misterio para mí mismo”. Ese misterio es expresión de un misterio mayor que es el propio universo todavía en génesis y expansión. Por tanto, el ser humano-misterio nunca está desconectado de ese proceso del cual forma parte, lo que supera una visión meramente individualista del ser humano. Es importante no olvidar nunca que es un ser de relaciones ilimitadas, hasta con el Infinito. Enumeremos algunos datos que pertenecen a nuestra esencia, a partir de los cuales se nos concede elaborar nuevas visiones de futuro.
Ante todo es importante entender al ser humano como Tierra que en un momento de su complejidad comenzó a sentir, a pensar, a amar, cuidar y venerar. Y he aquí que irrumpe en el proceso cosmogénico el ser humano, hombre y mujer. No sin razón es llamado homo o Adam, ambos significando “hecho de tierra, o tierra fértil y arable”.
"No habrá ninguna transformación o revolución humana que no vengan imbuidas de amor"
En el ser humano es central elamorcuya base biológica mostraron F.Maturana y J.Watson. Dice Watson en su famoso ADN:el secreto de la vida (2005): «el amor nos hace tener cuidado del otro; él hizo posible nuestra supervivencia y éxito en este planeta; ese impulso, creo, salvaguardará nuestro futuro; estoy seguro de que el amor está inscrito en nuestro ADN» (p.414). No habrá ninguna transformación o revolución humana que no vengan imbuidas de amor.
Junto con el amor surge elcuidado, entendido –de larga tradición– como esencia del ser humano. Como no tiene ningún órgano especializado, es el cuidado de sí mismo, de los otros y de la naturaleza lo que nos asegurará la vida.
"Como ser de relación, la solidaridad y la cooperación están en la base de cualquier convivencia"
Fue la solidaridad/cooperación de comer juntos, la que en otro tiempo nos permitió dar el salto de la animalidad a la humanidad. Lo que fue verdadero ayer sigue siendo verdadero y esencial hoy, aunque carente. Como ser de relación, la solidaridad y la cooperación están en la base de cualquier convivencia.
Junto a la inteligencia del cerebro neocortical, hay la emoción del cerebro límbico, surgido hace millones, sede del amor, de la empatía, de la compasión, de la ética y de todo el mundo de las excelencias. Somos seres de sentimientos. Sin un lazo afectivo entre nosotros los humanos y con la naturaleza, todo se degrada y desvanece.
En nuestro interior prevalece laespiritualidad natural, expresión usada por la new science,que goza del mismo reconocimiento que la inteligencia y la emoción. Es anterior a cualquier religión, pues es la fuente de la cual todas beben, cada cual a su manera. La espiritualidad es parte de nuestra esencia y se expresa por el amor incondicional, por la solidaridad, por la transparencia y por todo lo que nos hace más humanos, más relacionales y abiertos.
La espiritualidad nos permite captar que por debajo de todos los seres hay una Energía poderosa y amorosa que los cosmólogos llaman Abismo generador y sustentador de todo lo que existe. El ser humano puede abrirse a esa Energía de Fondo, puede entrar en comunión con ella y tener una experiencia de encantamiento y veneración ante la grandeur del universo y de quien lo creó.
Tales valores, siendo realistas, vienen acompañados de sus contrarios –somos sapiens y demens– que no pueden ser reprimidos sino mantenidos en sus límites. Mojando nuestras raíces en esa fuente originante positiva podemos definir otro futuro en el cual el amor, la solidaridad y el bien vivir serán sus fundamentos.
Traducción de MªJosé Gavito Milano
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