Nuestro bloguero publica una delicia en viñetas, editada por La Esfera de los Libros 'El Antiguo Testamento para los niños de hoy', el 'bautismo' literario de Agustín de la Torre, el mejor 'regalo' para este Adviento

Llevo ya muchos años, desde que conocí a José Luis Cortés (y por petición expresa suya) intentando usar mis dibujos con una doble intencionalidad. Por una parte, para evangelizar, es decir, para que las imágenes ayuden a transmitir los valores cristianos en ocasiones sin necesidad de palabras. Aunque intento encontrar el guiño, la broma, el “zarandeo” o la “guasa” (en andaluz, como mi tierra) para generar debate, remover conciencias e incluso hacer autocrítica, como cristiano de base, que mucha falta nos hace.

Intento hacer ANUNCIO y DENUNCIA. Para ello, el lenguaje del “humor gráfico” es ideal, aunque lamentablemente somos pocos los que lo practican o se atreven a usarlo con esa claridad que da el dibujo y esa libertad que da el humor.

Como método de trabajo principal procuro dibujar o ilustrar la viñeta del Evangelio de cada domingo y hacer publicaciones especiales en momentos litúrgicos fuertes. Casi siempre usando las redes sociales y compartiendo gratuitamente el resultado, también desde mi web agustindelatorre.com que además es mi firma desde hace muchos años.

No obstante, mi actividad principal es la docencia. Trabajo que no cambiaría por ningún otro. Adoro a mis alumnos y me empapo diariamente de sus vidas. Yo soy mucho de ellos. Esos adolescentes contradictorios y cambiantes, pero apasionados, honestos, sin filtros y con ganas de cambiar el mundo.

“Creced y multiplicaos” ese mandato bíblico se hace real cuando unas monjitas de la Patagonia, un cura gallego misionero en Argentina, una religiosa de Corea, un sacerdote colombiano en el Amazonas (colaborador habitual de RD) te dicen que les han llegado los dibujos... Y, en ese momento, uno siente un poco de vértigo por la responsabilidad de acertar o equivocarse.

Cuando muchos también critican las publicaciones con intolerancia y violencia. Y atacan a la persona más que a la idea, pienso que quizás no se ha entendido o pueda haber errado en el dibujo o en el texto. En cualquier caso, yo no tengo la verdad. Tengo mi verdad, basada en mi experiencia vital y mi formación. Además, creo que quien critica, insulta, desprecia, margina, o defiende posturas intolerantes hacia el prójimo, podrá hacerlo con libertad, desde el escondite de las redes. Lo que no podrá decir nunca es que es cristiano. Porque no ha entendido el segundo mandamiento, ni el primero que -en esencia- son lo mismo.

Religión Digital fue el primer portal periodístico que apostó claramente por mi trabajo y se animó a difundirlo. Después han llegado otros, institucionales o personales, editoriales como Ciudad Nueva, Kirie o La Esfera de los Libros que, hace pocos años me sugirió esta locura, ¿por qué no te animas a hacer una Biblia diferente? Y me pilló en un momento fácil que implicó una respuesta positiva. Desde entonces he estado a punto de dejarlo en varias ocasiones por no encontrar el momento o la manera de hacerlo con la calidad y profundidad que merece.

Y ahora, con el libro en las manos creo que ha merecido la pena y mucho. Pero no os engañéis. No es una Antiguo Testamento para niños. La profundidad se la dais vosotros. Hay dos maneras de leerlo. La fácil, hacia afuera. Quedándote en la poesía, la anécdota, la historia, la belleza de algún dibujo o la curiosidad del enfoque dado al pasaje.

Y la difícil. Hacia dentro. Pensando que, cada parada en esas páginas dobles especiales es una llamada a tu propia vida, a tu propia experiencia, a tu fe. En esencia, una nueva oportunidad para aprender que la Palabra de Dios sigue viva y te remueve desde dentro que, como diría Fray Marcos, es donde tienes que descubrir a Dios, a tu verdadero Yo.

¿Habrá Nuevo Testamento? Pues eso, solo lo sabe el Omnisciente. Por ahora vamos a disfrutar del Antiguo. En cualquier caso, creo que eso también depende en parte de ti.

Mientras tanto, yo seguiré dibujando…

Gracias