Zornoza debe retirarse instantáneamente y “motu propio” Delendus est Praepositus Rafael Zornoza Boy
Ante semejante falta de coherencia y caridad ante el Santo Padre y la Santa Madre Eclessia, ya casi da igual que durante el mandato de Rouco toda la Conferencia Episcopal Española supiera la verdadera causa por la que Benedicto XVI ordenó parar instantáneamente y para siempre el proceso de beatificación del primer Obispo de Getafe Pérez Golfín, promovido por su intimísimo secretario personal, tan agradecido por permitirle atraer a tantos y tan desorientados jóvenes al Seminario de Getafe, tras fomentar tantas excursiones y campamentos juveniles de entusiástica renovación pastoral para la nueva evangelización (con arrobada asistencia de prelados que luego fueron obispos)
| José Luis Montalvo
Siendo llamativa la repentina publicidad de un cáncer “grave” en el mitrado gaditano por parte de su oficina de prensa, como determinante automático de la desaparición de su agenda pública, cuando hace apenas un año declaraba a pleno pulmón en el Grupo Vocento (La Voz de Cádiz 01-08-24): “Tengo una actividad bastante intensa” “Seguimos como siempre” y a continuación una larga lista de actos realizados ese mismo día. No lo es menos la opacidad de la información de su cáncer grave, que o bien ha sido muy repentino, o lo ha ocultado a toda la santa grey del pueblo de Dios y su Santa Madre Ecclesia porque considera que cada segundo de su episcopado el beneficio de su pontifical magisterio es invaluable.
¿Pero quien lo sabía? ¿Su actual arzobispo metropolitano de Sevilla? ¿Asenjo, el anterior, que con tantísimo celo y ardor defendió su impecable trayectoria? ¿El Nuncio Bernardito Auza que competía en celo con Asenjo con su insistente presencia en la diócesis gaditana? ¿El anterior Prefecto del Dicasterio para los Obispos y actual “Pontifex Maximus”? Ahí tenemos la clave. Zornoza debe retirarse instantáneamente y “motu propio” al elegantísimo inmueble de su propiedad en Madrid.
Salvo que demuestre que no ha estado ocultando a la iglesia entera un cáncer tan grave -que hace desaparecer del todo su agenda hasta que se cure- con la indudable y única intención de escamotearsela a León XIV, por el riesgo de que le fuera a su poderososíma secta denominada “Comunión y Liberación” más difícil continuar ralentizando su sustitución en Cádiz. Y todo ello con un empeño que hace palidecer el semejante esfuerzo en quien aún ocupa el puesto de primer ministro español.
Ante semejante falta de coherencia y caridad ante el Santo Padre y la Santa Madre Eclessia, ya casi da igual que durante el mandato de Rouco toda la Conferencia Episcopal Española supiera la verdadera causa por la que Benedicto XVI ordenó parar instantáneamente y para siempre el proceso de beatificación del primer Obispo de Getafe Pérez Golfín (cuyo mentor no debemos olvidar fue Eijo y Garay, otro obispo con asombrosa capacidad para el teatro acerca de su propia vida denunciada incluso por Xavier Zubiri), promovido por su intimísimo secretario personal, tan agradecido por permitirle atraer a tantos y tan desorientados jóvenes al Seminario de Getafe, tras fomentar tantas excursiones y campamentos juveniles de entusiástica renovación pastoral para la nueva evangelización (con arrobada asistencia de prelados que luego fueron obispos).
Y que como consecuencia de dicha causa, fuera obligado a deshacer sus maletas ya cerradas hacia la diócesis gaditana -vacante entonces- el hoy obispo emérito de Jaén, como refiere una de las biografías de Rouco, misteriosamente desaparecida de las librerías, que da a entender que la única explicación fue la urgencia de que Zornoza pudiera alcanzar el máximo grado de impunidad ante la opinión publicada.
Y casi también ya da igual que hoy por un asunto pintiparado Don Rafael se vea arrastrado a la ingominia por su abisal inmadurez emocional, cuyas señales ya venían siendo alarmantes mucho antes de que fuera elegido olímpico rector del Seminario de la recién creada Diócesis de Getafe. En cuya web por cierto se puede leer ahora mismo: “A la Delegación para las Causas de los Santos de la Diócesis de Getafe, han llegado ya cartas pidiendo la apertura del proceso de beatificación de D. Francisco José Perez y Fdez. Golfín. Se han difundido estampas para la oración privada y se ha publicado una pequeña obra que recoge sus pensamientos espirituales”.
Adivinen quien las estampó y repartió.