La pobre educación y la diferencia cualitativa de los sistemas educativos, como es el caso de América Latina, tiene como consecuencia el ensanchamiento de las brechas sociales y la escandalosa desigualdad
Esto conlleva la fragilidad de las democracias, la existencia de clientelas políticas y empresas electorales al tiempo que se debilitan los partidos, emergen populismos de derecha e izquierda que, con la promesa de combatir la corrupción, se instauran en el poder reproduciendo los vicios que prometían combatir y subvertir
Sobre una propuesta de escuela contemporánea e innovadora se construye la escuela católica donde la propuesta axiológica, el modelo formativo, la educación de la fe, el espacio evangelizador, la frescura del Evangelio, la fraternidad y la libertad tienen la posibilidad de florecer y enraizar