La tradición inició en Alicante, España, hace más de un siglo, con una campaña de los productores de uva que tuvieron una cosecha mayor a la esperada

Ante la posibilidad de que las uvas se les echaran a perder, crearon una campaña en esa región de España proponiendo que se debería comer una uva por cada campanada del reloj a la medianoche

Así surgió en España -y después en México- la costumbre de comerse una uva por cada campanada del reloj

Llega el año de la sinodalidad

"Cuando va a comenzar un año nuevo, os quiero invitar a anunciar la novedad del Evangelio"

"Pongamos a Dios y al hombre en el centro. No impidamos su diálogo"

"Vivamos la naturaleza de la Iglesia sin traiciones, eliminando las categorías de conflicto y división"

"Estemos disponibles siempre para anunciar con alegría y valentía a Jesucristo en esta situación que vivimos. Imitemos a los apóstoles, que nunca se avergonzaron de anunciar el Evangelio"

"Hay que descubrir que la fuente de la alegría cristiana está en la certeza de ser amados por Dios, amados por Quien tiene en sus manos todo lo que existe"

Cuando se descubre que lo pequeño es lo importante,

"El teólogo Ladislao Boros dice: uno de los principios cardinales de la vida cristiana consiste en que 'Dios comienza siempre de nuevo'. Con él nada hay definitivamente perdido. En El todo es comienzo y renovación"

"Por eso, es bueno comenzar el año con voluntad de renovación. Cada año que se nos ofrece de vida es un tiempo abierto a nuevas posibilidades, un tiempo de gracia y de salvación"

"Y es importante escuchar las preguntas que pueden brotar de nuestro interior"