“Es asombroso, no lo entiendo. Una va viendo que hay oposición al Papa. En realidad, hace tiempo que se nota, pero ahora es asombroso, con la novedad de que ya no son personas individuales, sino que hay unas 15 conferencias episcopales las que están criticando a Francisco, una veintena de diócesis también lo han hecho… Me parece exagerado y no entiendo la razón, la verdad”
Tampoco entiende este obispo, que ha pedido el anonimato, el silencio al respecto de la propia Conferencia Episcopal Española (CEE), toda vez que otros episcopados vecinos, como el portugués o el francés, ya ha salido a mostrar su apoyo a Francisco ante esa especie de rebelión. ¿Hay que buscar la causa en que desde el domingo 7 de enero la presidencia episcopal está de ejercicios espirituales?
“La carga de la renovación del papa Francisco es muy importante, porque lo que él pide es un compromiso, que es lo que a los cristianos y a nosotros mismos más nos cuesta, porque es un compromiso social transformador. Y eso nos cuesta, porque es mucho más fácil una fe que se arrodilla ante el Santísimo, y está muy bien, es necesario hacer eso, pero la parte difícil es esa fe que te arrodilla ante el prójimo y ante el pobre