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La pregunta del Papa: “¿Sé cultivar un estilo de vida sobrio y atento a las necesidades de los hermanos?”

"Los discípulos son enviados juntos y deben llevar con ellos solo lo necesario"

"Saber ser sobrios en el uso de las cosas, compartiendo los recursos, las capacidades y los dones"

"Si prevalecen el individualismo y la envidia, el aire se vuelve pesado, la vida, difícil"

"Comunión y sobriedad son valores importantes para nuestra vida cristiana"

Jesús envía a sus discípulos

El Papa Francisco, en su catequesis desde la cátedra de la ventana, explica el sentido de la misión: “Los discípulos son enviados juntos y deben llevar con ellos solo lo necesario”. Es decir, comunión y sobriedad “sonvalores importantes para nuestra vida cristiana” y para la vida de la Iglesia. Porque, “si prevalecen el individualismo y la envidia, el aire se vuelve pesado, la vida, difícil”.

Jesús y sus discípulos

Catequesis del Papa

Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz domingo!

Hoy el Evangelio nos habla de Jesús que envía a sus discípulos a la misión (cf. Mc 6,7-13). Los envía “de dos en dos” y les recomienda que lleven con ellos solo lo necesario.

Detengámonos un momento en esta imagen: los discípulos son enviados juntos y deben llevar con ellos solo lo necesario.

El Evangelio no se anuncia solos, sino juntos, como una comunidad, y para hacerlo es importante saber custodiar la sobriedad: saber ser sobrios en el uso de las cosas, compartiendo los recursos, las capacidades y los dones, y prescindiendo de lo superfluo, para ser libres y para que todos tengan lo necesario para vivir de manera digna y para contribuir activamente a la misión; y también ser sobrios en los pensamientos y en los sentimientos, abandonando las propias visiones parciales, los prejuicios y las rigideces que, como un equipaje inútil lastran y entorpecen el camino, para favorecer, en cambio, la confrontación y la escucha, haciendo así más eficaz el propio testimonio.

Pensemos, por ejemplo, en lo que sucede en nuestras familias o en nuestras comunidades: cuando nos conformamos con lo necesario, incluso con poco, con la ayuda de Dios, somos capaces de avanzar y de llevarnos bien, compartiendo lo que hay, renunciando todos a algo y apoyándonos mutuamente (cf. Hch 4,32- 35). Y esto es ya un anuncio misionero, antes e incluso más que las palabras, porque encarna la belleza del mensaje de Jesús en la concreción de la vida. Una familia o una comunidad que viven de esta forma, de hecho, crean a su alrededor un ambiente rico de amor, en el que es más fácil abrirse a la fe y a la novedad del Evangelio y del que sale mejor, más serenos.

Si, por el contrario, cada uno va por su cuenta, si lo que cuentan son solo las cosas – que nunca son suficientes –, si no nos escuchamos, si prevalecen el individualismo y la envidia, el aire se vuelve pesado, la vida, difícil y los encuentros se convierten más en una ocasión de inquietud, de tristeza y de desaliento que de alegría (cf. Mt 19,22).

Queridos hermanos y hermanas, comunión y sobriedad son valores importantes para nuestra vida cristiana y para nuestro apostolado, valores indispensables para una Iglesia verdaderamente misionera, a todos los niveles.

Preguntémonos, entonces: ¿Yo siento el gusto de anunciar el Evangelio, de llevar, allí donde vivo, la alegría y la luz que proceden del encuentro con el Señor? Para hacerlo, ¿me esfuerzo por caminar junto a los demás, compartiendo con ellos ideas y capacidades, con la mente abierta y el corazón generoso? Y finalmente: ¿Sé cultivar un estilo de vida sobrio y atento a las necesidades de los hermanos?

Que María, Reina de los Apóstoles, nos ayude a ser verdaderos discípulos misioneros, en la comunión y en la sobriedad de vida.

Envío de los discípulos

Saludos tras el ángelus

En el Domingo del Mar, le pedimos por los que trabajan en el sector marítimo, y a los que se encargan de ellos. La Madre de Dios, que pasado mañana, celebraremos como Virgen del Monte Carmelo, dé el confort y obtenga la paz a todas las poblaciones que están presas por el horror de la guerra. Por favor, no olvidemos la martirizada Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar. Les deseo a todos un buen domingo. Y por favor, no olviden de orar por mí.

Bandera de España en el ángelus

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