Semana Santa en Ejercicios ante el Cristo de Velázquez (5)


Jueves Santo, Espíritu de Amor, empuja al Éxodo. Es comerte ser por Tí comido


Coincide la plena floración del cerezo en Japón con la Pascua florida cistiana. Los primeros botones apuntaron a fin de año, se cubrieron de nieve el 31 de enero, se han abieeto en flor con la prmavera y el estallido de blancura llega al climax hoy, Jueves Santo y luna llena.,.

Pascua es éxodo y resurrección, tránsito transformador de muerte a vida.

La gloria coincide con el éxodo de la crucifixión.¿Nacer es morir y morir es nacer? Cuando Jesús decía que la enfermedad de Lázaro no era de muerte, o que la hija de Jairo estaba dormida, o que no había que llorar por el hijo de la viuda de Naím, o que Nicodemo debía renacer, la gente no entendía. Cuando el budista Dogen decía que la vida y la muerte son aconteceres en el anverso y reverso de la “Vida”.

Como testamento, un encasrgo mejor que un mandato; amad como yo amé, es decir, dejando asar a través de vuestra vida hecha cauce de espíritu, el río de vida del Espíritu que os empuja a amar y os hace capaces de amar y caminar por el amor al Amor.

Nos alimentamos con la Palabra: Kôan bíblicos para leerlos con cuerpo y alma unimismados.



Lc 9, 29-32: Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió… Aparecieron Moisés y Elías, conversando con él sobre su éxodo…
Jn 14,1 y 14,27: No os desaniméis.
Lc 22, 42: Padre, si es posible, pase de mí este caliz…
Lc 22, 45: Levantándose (poniéndose en pie, resucitado) de la oración, fue adonde estaban los discípulos y los encontró dormidos…
Jn 12, 24: El grano de trigo, sepultado en tierra y abriéndose da fruto
Jn 16, 7: Os conviene que yo me marche…ro y cómelo...”


Salmodia con el poema al Cristo de Velázquez, para meditar paseando:

Tu cruz cual una artesa en que tu Padre
hiñera con sus manos nuestro pan. (1, 17)
Y hay en el vino de tu sangre, ¡oh Cristo!
agua también, de cumbre y sin mancilla,
licor de vida que la sed apaga
para siempre jamás a quien la bebe
y vuélvese en su dentro amandero
que le da un sempiterno revivir. (1, 18)
Es tu cuerpo el remanso en que se estancan
las luces de los siglos, y en que posan
-¡eternidad!-las fugitivas horas.
Tu corazón clepsidra de la vida,
dando su sangre se paró, y hoy cuenta
la eternidad, que es del amor el rato. (3, 12)
...Es comerte ser por tí comido (1, 22)
Carne de Dios, Verbo encarnado encarna
nuestra divina hambre carnal de Tí! (1, 32)
Como un libro arrollado abrióse el cielo
al morir Tú en la cruz, libro de carne
y la Palabra que creó nos dijo:
“Toma ese libro y cómelo...


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