El Papa Francisco ha lamentado el atentado terrorista que ayer dejó quince víctimas mortales en la comunidad católica de Essakane (Burkina Faso), mientras se celebraba la misa. En un telegrama enviado en su nombre por el cardenal Parolin al presidente de la Conferencia Episcopal, Laurent Dabiré, Bergoglio muestra su "profunda tristeza" ante "la pérdida de vidas humanas" causadas.
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Así, el Papa "se une al duelo de las familias, expresando su cercanía y dolor", al tiempo que muestra su "tristeza a la comunidad musulmana" por otro atentado, perpetrado contra una mezquita en Natiabonai.
"Rezo por el descanso de los fallecidos, encomendándolos a la misericordia de Dios, y por la curación de los heridos", resalta el telegrama, que recuerda que "el odio no es la solución de los conflictos".
Al tiempo, Francisco "invita a respetar los lugares sagrados y a luchar contra la violencia para promover los valores de la paz".
Finalmente, el Papa "pide al Señor que traiga fuerza y consuelo a todos los afectados por estas tragedias", e invoca "la abundancia de las bendiciones divinas sobre los hijos e hijas de Burkina Faso, y sobre toda la nación".
