El arzobispo de Lima sostuvo que, muchas veces, preferimos el camino más fácil, el de la ‘puerta ancha’, porque es más cómodo y no requiere mayor esfuerzo Este fue un problema muy frecuente en la época de Jesús, porque los sacerdotes «se habían posesionado de un poder absoluto, estableciendo una especie de religión de prácticas, en donde todo se reducía a las formas y no al fondo».
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El Señor quiere conducirnos hacia la ‘puerta estrecha’ para dar testimonio de Dios. Ello supone – explicó el Prelado – ver más allá de nuestras búsqueda de prestigio y reconocimiento. La pregunta por la salvación no se reduce a una lista de rezos y ritos, es fundamental «comprender el sentido de nuestro acompañamiento y entregar la vida para servir». Y añadió:
«Se han preguntado por qué la gente se toma fotos con los curas. ¿Por qué la foto con el obispo y con el Papa? Muchas veces, usamos la religión para que ciertas prácticas se mantengan como una especie de “modo de salvación” y ya todos somos “santitos”. Pero, luego, no hay constancia ni profundidad. Hoy, el Señor nos pide superar en nosotros la frivolidad. La religión no es para usarla, no es exclusiva, es para dejar que el Señor nos posea y vivamos como testigos de Él», reflexionó.

"Si nosotros caminamos con Jesús, es para testimoniar su amor, no para llenarnos de prestigios, ni de 'calidades' católicas y cristianas, en donde todos los demás son una chusma"
El purpurado precisó que los cristianos no podemos construir nuestra propia salvación odiando al mundo y actuando con indiferencia. Quien elija este camino, el de la ‘puerta ancha’, se estará autoexcluyendo de la verdadera salvación porque no ha amado. Y advirtió:
«Tenemos que prepararnos para enfrentarnos a una época en donde las tiranías buscarán hacer sus élites y sus religiones para manipular a Dios a su servicio. Nosotros sabemos que a Dios no se manipula, a Dios se le testimonia», recalcó.
"Los católicos nos hemos habituado a creernos los mejores del mundo. Pero no es así, somos los servidores de este mundo, y tenemos que aprender a testimoniar la opción preferencial por los pobres que Jesús contempla en su camino"
En el marco del aniversario 57 de Cáritas Lima, el Primado del Perú recordó que la misión de la Iglesia está en el corazón de los pobres, y debemos dedicar nuestra vida para «anchar el tamaño de la tienda» y ser un signo de esperanza en nuestra ciudad:
«Todos somos caritativos, todos somos cristianos que nos responsabilizamos de los problemas de la gente. Esto es urgente porque el mundo está en situaciones muy graves en donde se pretende expulsar y despreciar a las poblaciones migrantes. Tenemos que vivir en espíritu de solidaridad con nuestro pueblo», insistió el arzobispo de Lima.
Finalmente, en los días de festividad de Santa Rosa de Lima, mujer laica que supo vivir e interpretar los problemas de la gente, el cardenal Castillo resaltó la figura de nuestra santa peruana, signo de caridad que entregó su vida escuchando la voz del Señor en los más pobres y pasando por la ‘puerta estrecha’.
"Esta 'puerta estrecha' no es exclusiva, es la puerta de la casa del pobre en donde todos tenemos que entrar. Unidos a Rosa de Lima y a nuestra Cáritas Lima, construyamos una sociedad a la altura del amor de Dios"
La Santa Misa celebrada en Catedral de Lima contó con la participación del persona de Cáritas Lima, las lideresas de las ollas comunes de nuestra ciudad, y la comunidad de acólitos de la Parroquia San Pablo Apóstol de Amancaes.