Un cronista en el Santuario de San Cayetano, de Liniers, donde el hambre crece Te Deum en la periferia bonaerense, donde la Virgen se hizo gaucha

Te Deum en la periferia
Te Deum en la periferia

En Liniers, donde el hambre crece: "En diciembre dábamos 720 viandas y estamos en 965 porciones", dijo el el párroco del Santuario de San Cayetano. "No es sólo los insumos para cocinar, el voluntariado está agotado. Se necesita más presencia"

En Sanca el pueblo es escuchado: "¿qué nos da esperanza de nuestro prójimo?". La urna está llena de pepelitos con las respuestas…

En Córdoba el cardenal habló "de la patria cascoteada", en La Plata el arzobispo quiere frenar el ausentismo electoral y en Quilmes, tierra donde desembarcaron los ingleses que provocaron la revolución

(C5N).- Cuzco 150. A metros de la estación de tren, Liniers. A la vuelta la anchísima avenida General Paz. Es frontera entre la naciente Ciudad de Buenos Aires y al oeste, el conurbano, más allá, 60 kilómetros, se abre el campo, donde la Virgen se hizo gaucha, cuidada por un esclavo africano, para los amigos “el negro”.

La misa de las 11 horas, este domingo 25 de mayo, la encabezó el párroco del Santuario de San Cayetano (patrono del pan y el trabajo) y nos dejó carburando: “peregrinamos a los codazos o con amor”. Luego situó: “en este rincón del planeta”. El Padre Lucas Arguimbau dejó otra: “Nosotros hacemos una gauchada, (aclaro: no guachada, que es muy parecido en palabras), no va el toma y daca. Las gauchadas nos enseñó nuestra madre, nuestra patrona, la morocha de Luján. La patria donde antes que ocurriera el 25 de mayo de 1810, en 1630 ya aparecía la Virgen acompañando este proceso”.

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Al finalizar la misa la gente se acercó al altar, porque se iba a impartir la bendición, a rezar a la Virgen con un Ave María y recibir unas gotas de agua bendita. Es entonces que la cruda realidad golpea con las palabras del cura quien explicó por qué están mangueando bolsas de consorcio para repartir la ayuda que entrega el servicio social del Santuario (con 50 años): “En diciembre dábamos 720 viandas, era el techo, ahora en mayo es el piso y estamos en 965 porciones, el día que más repartimos”. No es sólo los insumos para cocinar, el voluntariado está agotado. Se necesita más presencia".

En Sanca el pueblo es escuchado. Primero con el libro de las intenciones que un laico cualquiera en misa lleva hasta el altar. Luego se colocó una urna para recibir las opiniones por el lema del próximo 7 de agosto, día del santo patrono, y detrás del altar, al costado de la Cruz colgante, un barco mediano hecho de madera, a modo de canasta, recoge todas las notas de los peregrinos del Jubileo 2025 que quieran responder la pregunta “¿qué nos da esperanza de nuestro prójimo?" La barca está repleta de papelitos de colores con anotaciones. El pueblo quiere ser escuchado.

“En los débiles, en los más frágiles, vamos haciéndonos fuertes” agregó el Padre Lucas antes de impartir la bendición y que, entre todos, parados frente al altar, cantemos con emoción el himno.

Te Deum en Córdoba, La Plata y Quilmes

Los católicos en el mundo estamos en común unión por la Santa misa y por la lectura del Evangelio. Pero existen improntas personales en cada reflexión.

El caso del cardenal y arzobispo de Córdoba que se puso en salida para ir a la parroquia Nuestra Señora de la Misericordia. Dejó la catedral, para hacer 7 kilómetros al oeste, y celebró junto al cura titular de la Vicaría de los Pobres, Melchor López.

En misa el jesuita Ángel Rossi clamó especialmente a la Virgen de Luján “por nuestra patria a veces tan cascoteada, esta patria que sigue esperando mejores tiempos, y para que nos animemos ser constructores de ese mejor tiempo, de cada uno depende una patria más linda, se lo pedimos a la patrona de la Argentina y que nos ponga bajo su manto”.

Pidió Rossi que “revisemos nuestras micro guerras, lo que se vive y ve en la tele, en nuestra familia, barrio y patria. Para avanzar a un horizonte de amor y paz. Tampoco cedamos a la tentación de desinteresarse de los demás. Especialmente de los más débiles”.

El religioso cordobés hace tan sólo una semana volvió del Vaticano, tras casi un mes de ausencia por el funeral de su mentor, el Papa Francisco, y luego del cónclave. Aún inundado del ambiente italiano es que citó al director de cine, Franco Zeffirelli, quien dirigió la famosa película sobre San Francisco de Asís “Hermano sol, hermano luna”, también la película “Jesús de Nazareth”: “Este hombre de mundo que decía ‘a este mundo no lo va cambiar la subversión bastarda, este mundo se conquista con la fuerza tenaz e invencible de la humildad’, y decía él ‘mirando dentro de nosotros mismos, escuchando los latidos de nuestros corazones, buscando los caminos que llevan a quien nos ha creado, a Dios, con la convicción que si nosotros cambiamos, el mundo también cambiará’”.

El arzobispo cordobés no sólo exaltó la figura del nuevo Papa, “uno puede afirmar con mucha alegría que es un pastor bueno, hombre sereno, cercano, tierno, claro, va aprovechar el surco abierto del Papa Francisco, por la paz, con la capacidad de diálogo con los distintos, el cuidado de los migrantes, más débiles, estamos en buenas manos y damos mucha gracias al señor por esto”, además aportó para este 25 de mayo una parte de la extensa autobiografía de San Agustín, llamada “Confesiones”: “Tarde te amé. Yo te buscaba fuera y no te encontré. Te busqué en la belleza, en las ciencias, en las sectas. Entonces entré dentro de mí y allí te encontré. Tú estabas en lo más íntimo de mi propia intimidad. Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo. Gritaste y rompiste mi sordera; iluminaste y curaste mi ceguera; exhalé tu perfume y me dejé seducir, me tocaste y deseé con ansias la paz que procede de ti”.

En la ciudad capital de la provincia más grande de la Argentina fue monseñor Gustavo Carrara, quién rodeado de religiosos de otros credos y frente al gobernador local, Axel Kiciloff, su segunda, el intendente local, su colega en Berisso, resaltó en el 215 aniversario del primer gobierno patrio, la encíclica “Fratelli Tutti”, luego pidió que el poder sea servir, fortalecer la comunidad y trabajar un Estado inteligente, “sin endiosar al Dios dinero, y con la economía como la adecuada administración de nuestra casa común”.

Por otro lado, el arzobispo Carrara recordó que este año se cumplen 40 años de las primeras elecciones legislativas del retorno de la democracia, e hizo un llamado a la participación cuando cerró su homilía diciendo “es muy importante que todos podamos participar, y que luego nos sintamos realmente interpretados y representados por las leyes que se voten”.

En el municipio bonaerense de Quilmes, su obispo conocido como “Cacho” de apellido Tissera, se refirió a que en las riberas quilmeñas “desembarcaron los ingleses con la pretensión de ubicar los productos de sus fábricas que España les impedía, pero los valerosos criollos resistieron y vencieron, sin la ayuda de la alicaída Metrópoli hispana. Así fue creciendo el fervor patriótico que desembocó en un grito revolucionario el 25 de mayo de 1810”.

Tissera, que no pierde la tonada cordobesa, afirmó “alabamos y damos gracias a Dios en el 215 aniversario del primer gobierno” y explicó que “Te Deum es un himno que nació hace más de 1600 años, que acompañó la historia de los pueblos, ciudades, naciones”.

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