En la ceremonia, el arzobispo ha reconocido: "Vosotros sabéis querer" Cobo felicita a los jóvenes con discapacidad recién confirmados: "Nos vais a dar una lección a todos sobre cómo se puede ser cristiano"

Grupo de jóvenes confirmados
Grupo de jóvenes confirmados

Once jóvenes con discapacidad se han confirmado en la tarde de este jueves en la capilla de Casa San Justo, donde reside el cardenal

Han pronunciado una acción de gracias tras recibir el sacramento y la Eucaristía. Se han dirigido "a todas las personas que han venido aquí": "A pesar de todo lo que ha ocurrido en el camino, hemos podido llegar a este momento"

"Que nadie os diga que no podéis hacer las cosas, que no valéis y que Dios no está con vosotros porque os estará mintiendo. La Iglesia cree en vosotros y hoy os vais a convertir en maestros y en catequistas, ahora empieza la aventura", ha expresado el arzobispo

(Archimadrid).- «Hoy vamos a estar muy atentos porque Dios interviene, hoy lo vamos a ver aquí. ¿Y cuándo interviene Dios? Cuando nos unimos, cuando nos queremos, cuando hacemos un largo proceso como el que habéis hecho, que os habéis interesado muchísimo», ha felicitado el arzobispo de Madrid, José Cobo, a los once jóvenes con discapacidad que se han confirmado en la tarde de este jueves en la capilla de Casa San Justo, donde reside el cardenal.

«Fijaos en todos los que han venido a ayudaros y apoyaros. Nos vais a dar una lección a todos sobre cómo se puede ser cristiano», ha proseguido el arzobispo, quien ha revelado a los catecúmenos que «en esta capilla, hace mucho tiempo, es donde se ordenaban los curas de Madrid. Era el primer seminario de Madrid cuando empezaba la diócesis».

Creemos. Crecemos. Contigo

Raquel, su catequista, los ha presentado recordando que «estos jóvenes fueron bautizados en su día con la promesa de que serían acompañados en la fe». Una tarea que han realizado ella y Manuel Bru —delegado de Catequesis de la archidiócesis— «para que reciban la plenitud del Espíritu Santo». Después los ha descrito uno a uno.

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Así ha presentado a Álvaro, «curioso y valiente» y quien «hace muchas preguntas como Tomás». A Diego, como el apóstol Juan, «dulce y tranquilo» y quien «nos habla del Padre con amor de hijo». A María, como María de Betania, «una chica dulce y serena que se preocupa por el bien de sus amigos». A Gonzalo, como Judas Tadeo, «leal y muy valiente» y cuya curiosidad «nos hace despertar inquietudes». O a Rodrigo, igual que el apóstol Mateo, «una persona muy observadora y metódica» y «un modelo de fe para los demás compañeros».

Raquel también ha presentado a la otra mitad del grupo. Entre ellos a Francisco que, como el apóstol Felipe, «es una persona práctica y analítica» y cuya «lógica y racionalidad nos ayudan a comprender muchísimas cosas en catequesis». A Miguel, que al igual que Santiago el Zelote, «es vigoroso, muy apasionado y fiel a sus amigos y a quien lo necesita». A Marina, que al igual que María Magdalena, «descubrió su pasión por ayudar a los demás y es capaz de dejar de lado las cosas que hace la gente de su edad para estar con quien lo necesita».

A Javier que, como el apóstol Bartolomé, es «honesto y muy sincero» y «tiene muy claras sus ideas aunque no habla mucho, pero consigue trasladar muy bien sus creencias». También a Patri que, igual que la profetisa en la presentación de Jesús en el templo, «es una persona muy alegre y nos da el impulso que necesitamos para conocer a Jesús». Y a Hugo, que al igual que el apóstol Santiago el Menor, es «tranquilo, muy reflexivo, humilde, trabajador y se preocupa mucho por sus amigos».

Vosotros sabéis querer mucho a la gente

En su homilía, el cardenal Cobo ha señalado a los once que «esta es una fiesta grande porque el Espíritu Santo viene sobre vosotros y los que estamos aquí». Ha felicitado por tanto a los catecúmenos porque «hoy sois un poco ángeles». Y ha advertido de que «si abrimos los ojos del corazón, podemos descubrir que Dios nos va a decir: “Te quiero mucho”».

El arzobispo de Madrid les ha señalado que «Jesús aparece cuando estamos reunidos y hay gente que quiere acogerle». Y que «podemos verle si nos miramos entre nosotros». El cardenal José Cobo ha reconocido que «tenemos amigos que ven muchos problemas en la vida» y que «cuando no somos todos iguales, eso les parece un problema». En contraste, «Jesús, que es más listo que todos, y Dios, que sabe más que todos nosotros, lo que nos dicen es: “Os quiero a cada uno tal y como sois, no tenéis que hacer nada, no os agobiéis”». «¡Qué suerte que no nos pida nada, si siempre nos están pidiendo cosas!», ha bromeado.

El purpurado ha explicado también que «todos los que estamos aquí nos convertimos en un regalo para los demás». También los ha felicitado porque «vosotros sabéis querer mucho a la gente y eso es lo que vamos a aprender hoy y celebrar». «Hoy sois maestros y catequistas vosotros», ha añadido, porque «nos enseñáis cómo acoger al Espíritu y cómo acoger a Dios».

"Que nadie os diga que no podéis hacer las cosas"

Casi al final de su homilía, el cardenal Cobo ha subrayado que «ahora tenemos una misión, ser luz como Jesús». Y ha explicado que «cuando Jesús dice que te confirma y se queda contigo pase lo que pase, nunca te va a abandonar». «A veces se nos olvidará», ha matizado, «pero Jesús nos va a decir: “Te quiero como eres”». «Hagamos lo que hagamos, Dios no nos soltará de la mano», ha sentenciado.

Finalmente, les ha encargado «seguir iluminando a través de lo que sois». «Que nadie os diga que no podéis hacer las cosas, que no valéis y que Dios no está con vosotros porque os estará mintiendo». Y ha concluido su homilía insistiendo en que «la Iglesia cree en vosotros y hoy os vais a convertir en maestros y en catequistas, ahora empieza la aventura».

Plena inclusión en la vida pastoral

Estos once jóvenes han pronunciado una acción de gracias tras recibir el sacramento y la Eucaristía. Se han dirigido «a todas las personas que han venido aquí». «A pesar de todo lo que ha ocurrido en el camino, hemos podido llegar a este momento», han celebrado. También han dado las gracias «por nuestras familias, que nos apoyan constantemente», a sus padrinos «y a todas las personas que nos cuidan de una manera y otra y todas las personas que nos han descubierto la importancia de tener a Jesús más cerca en la vida».

«Y gracias, Jesús, que te has hecho presente porque hemos sentido que nos quieres y queremos transmitir nuestro amor a los demás y ser cada día mejores», han concluido.

Después, el delegado de Catequesis de Madrid, Manuel Bru, ha dado las gracias al cardenal Cobo «por su sensibilidad por la plena inclusión en la vida pastoral de la diócesis de todas las personas sean cuales sean sus capacidades y por acogernos en su casa». También a Raquel López, su catequista: «Sin ti no habría sido posible y los has querido como si fueran tus propios hijos».

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