Maradiaga lamenta que el mundo "se siga desangrando en guerras inútiles"
Lamenta "la masacre en África donde matan a cristianos católicos por odio"
"¿Cuánto tenemos que caminar todavía en nuestra Honduras para que podamos ser familia y no yuxtaposición de personas confrontadas, enfrentadas, divididas, en odio, en rivalidad, en envidia y en maledicencia?"
"Nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie", señala, en alusión a la violencia criminal en Honduras, que deja un promedio diario de entre diez y trece personas muertas, según fuentes oficiales
El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga dijo este domingo que es triste que el mundo se siga desangrando en "guerras inútiles" o en matanzas como las recientemente sufridas por cristianos en África, al tiempo que abogó por el cese de la confrontación y el odio entre sus compatriotas .
"Es triste que nuestro mundo se siga desangrando en guerras inútiles, que sólo hayan noticias de muerte, como la masacre en África donde matan a cristianos católicos por odio", subrayó Rodríguez durante la misa dominical oficial en la Basílica Menor de Suyapa, en Tegucigalpa.
También hizo alusión a la guerra entre Rusia y África que ya lleva casi cuatro meses.
Al referirse a la división entre la sociedad hondureña, el religioso se preguntó "¿Cuánto tenemos que caminar todavía en nuestra Honduras para que podamos ser familia y no yuxtaposición de personas confrontadas, enfrentadas, divididas, en odio, en rivalidad, en envidia y en maledicencia?".
"Todos somos iguales en su dignidad pero en familia, es tiempo que dejemos el odio y la confrontación y nos comprometamos a una Honduras en comunión, en respeto mutuo, respeto a la vida y promoción en una vida digna", añadió.
Dijo además que quienes se identifican como creyentes deben llevar el mensaje de comunión y amor para que haya respeto a la vida.
"Nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie. Esto va terminar si abrimos nuestros corazones a la palabra de vida", acotó el cardenal.
La violencia criminal en Honduras deja un promedio diario de entre diez y trece personas muertas, según fuentes oficiales.