MISTICISMO 2

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MISTICISMO 2

En ti me muevo, existo y soy

En homenaje a Pilar Paz Pasamar, presentaremos hoy un hermoso poema, “En Ti me muevo, existo y soy”. De momento se nos invita a participar, de madrugada, en el sagrado concierto del rezo de “Maitines”.Un coro de monjes del monasterio de la Oliva, en Carcastillo, escancia del corazón, “hasta el brocal del labio”, agua de salmos. No cantan solos; se asocian también al himno universal de la creación: el aire, las semillas, las ramas, los animales, los humanos, que madrugan y están pendientes de que Tú, Señor, “descorras las cortinas / y nos des la ración de pan, de alpiste y agua...” El kikirikí de un gallo o un ruiseñor anuncia la oración: “Un solo pájaro despierta el universo. / Un solo trino desenvuelve la enroscada madeja / y en la nave interior, en posturas fetales, / caracolean salmos primerizos, / gira la noria tempranera / y del profundo pozo hasta el brocal del labio / el agua de los salmos adviene como un chorro…”

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Vayamos ya a los versos de “En ti me muevo; existo y soy…”  Imagina la autora, Paz Pasamar, varias veces madre, que ha depositado su vida, no en las Manos, sino en la Matriz del Señor (¿por qué no llamarle Diosa?). Que allí se está gestando. Y que un día nacerá a otra dimensión, infinita, de Amor y Vida... Impresiona la descripción que hace Pilar de las sensaciones físicas: hasta llegar a sentir el calor de la divina Mano que acaricia tiernamente la turgencia del Nido creador. ¡Qué cerca del discurso de Pablo: “En Él vivimos, nos movemos y existimos...” (Hechos 17,28)!   Sugerencia: en posición fetal, podría experimentarse la actitud de entrega y abandono en las Manos y en la Matriz divina. Si os interesa conocer algo más de la poeta andaluza, podríais pulsar aquí, y descubrir el delicioso perfume de un ramillete de versos.

EN TI ME MUEVO; EXISTO Y SOY...

En Ti me muevo, existo y soy
intrauterino y placentario,
nado en tu líquido y me nutro,
vivo y circulo en Tu regazo.
Advierto un mundo tras Tu piel,
escucho el ruido de los pasos,
siento el contacto en la turgencia
y la caricia de Tu mano.
Acomodado a la postura,
resguardecido y Tú guardándo­me,
en Ti me muevo, existo y soy
en el nidal embrionario.
Me parirás, darás a luz,
llegaré a ser –y no sé cuándo–
parte de Ti, de la luz misma,
de lo infinito y lo creado.
Seré, por fin, tu copartícipe
en la embriaguez de los espacios
no cara a cara o frente a frente
sino Tu vez, incorporado
al ritmo unísono, y al mismo
latido aquel de Tu presagio,
presente ahora, presentido
e interminable tras Tu abrazo.

¡GRACIAS POR DERRIBARME DE LA CABALGADURA!

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 Es notable la reposada descripción del Crucificado y los versos finales, de desatada intensidad. De PPP  (Pilar Paz Pasamar) ha escrito Ortiz de Lanzagorta que su poesía, profundamente cristiana y rebelde a un tiempo, ha sido comparada a veces con la mejor escuela mística y ascética española, de una rica capacidad metafórica en su lenguaje poético, humanísima, a su vez, y de una creciente e indiscutible calidad. Sugerencia. El orante, frente a una imagen del Crucificado, podría leer y meditar el poema, sintiendo que, como a Pablo (Hch 9,3-9), una luz le deslumbra y descabalga.

VIOLENCIA INMÓVIL

 Tú sabes la verdad del mundo, Loco mío,
y cómo has de entregarla lejano y maniatado,
en Cruz, como las aspas de un molino empinado
en solitaria calma y aparente desvío.

De lejos parecías un aquietado río
incapaz de abarcarnos con tus brazos atados,
pero de cerca fuiste un viento desatado,
blandiendo las espigas e incendiando el estío.

De lejos parecías quieto, sin movimiento,
que eras como ese mar pacífico de al lado
y me acerqué esquivándome de su salpicadura…

Y entonces me abarcaste, me cegaste violento…
¡Gracias, Señor, te doy por haberme golpeado!
¡Gracias, por derribarme de la cabalgadura!

EL SOL ME ESTÁ MIRANDO DESDE ARRIBA

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Sería un error pensar que todo es alegría, todo dulzura, en la vía mística del Amor. Hay que contar con la fatiga, el desconsuelo, la tristeza... Pensando que, por encima de nubes de tormenta, resplandece el sol. Que Dios nos ama siempre, “y su luz me ilumina, aunque no vea”. Así se expresa, de nuevo, Ángeles Gómez Pascual:

AYER ME HUNDÍ. ME PUDO LA TRISTEZA...

 Ayer me hundí. Me pudo la tristeza.
Me sentí desvalida, pobre, anciana.
Triste el ayer y el hoy, corto el mañana,
vida en que todo acaba y nada empieza.

Hoy he vuelto a vivir en la certeza
de que todo culmina y todo sana,
que el árbol crece, que la fuente mana
y que el mundo está lleno de belleza.

Belleza que tal vez yo no perciba,
pero existe, me cerca, me rodea,
en silencio me dice que estoy viva

 y aunque yo, torpemente, no lo crea,
el sol me está mirando desde arriba
y su luz me ilumina, aunque no vea.

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13. MISTICISMO
1. Todo tu cuerpo estará luminoso
NO FUI YO POR MI ESFUERZO, de Ángeles Gómez Pascual
EL SER QUE HABITA EN MÍ ME VA CREC., de Gómez Pascual
DISUELTA EN TI MI VIDA, de Ángeles Gómez Pascual
2. En ti me muevo, existo y soy
EN TI ME MUEVO, EXISTO Y SOY, de Pilar Paz Pasamar
VIOLENCIA INMÓVIL, de Pilar Paz Pasamar
AYER ME HUNDÍ, ME PUDO LA TRISTEZA, de Á. Gómez Pascual
3. Se me llenó de Dios toda la casa
PRIMAVERA, de Luis Álvarez Lencero
GRACIAS, SEÑOR, de Álvarez Lencero
LOS CHOPOS, de Fina García Marruz
y4. Es preciso aguardar la noche mística
DESDE EL CENTRO DEL PÁRAMO, de Bartolomé Mostaza
PLEGARIA, de Bartolomé Mostaza
SALMO DE LLAMADA, de Bartolomé Mostaza
NADA TE TURBE, de Jesús Mauleón

14. MISTERIO PASCUAL
1. Es la fiesta de la resurrección
VIVES EN EL PAN, de Victor Manuel Arbeloa
TENGO SED, de Antonio Carvajal
DELANTE DE LA CRUZ, de Rafael Sánchez Mazas
2. Demos cuerda de fiesta al corazón
EN ESTA TARDE, CRISTO DEL CALVARIO, de Gabriela Mistral
RESUCITADO EN LA TIERRA, de José María Valverde
y3. Puesta la mano en el pecho
DIOS NOS HABLA A TODAS HORAS, de Ricardo León
EMAÚS, de Rafael Alfaro
JESÚS, de Gabriela Mistral.

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