La periodista realiza su profesión perpetua como Hija de Jesús Silvia Rozas: “Dios me atravesó, me sedujo y me envía a ser suya”

Jesús puso en las manos, y en el corazón, y en la cabeza, de Silvia la vocación de llevar el Evangelio, también, a través de la comunicación

La directora de Ecclesia ya es Hija de Jesús, aunque lo fue desde el día en que vino a este muno. con su sonrisa, su trabajo y su saber estar. Con todos, pese a los vientos que empujan

Es una mujer muy querida, por tirios y troyanos. Y así se demostró ayer, tanto en los que estuvieron (en los bancos, y en el altar), y los que, por cuestiones de fuerza mayor, tuvimos que seguirlo (gracias a la bendita tecnología) por las redes. Silvia Rozas, después de más de una década después de haber sentido la llamada, el fin de semana en el que Jesús nos da la señal, la del amor, se entrega, definitivamente, a su verdadera vocación.

Que no es incompatible con la periodística, ojo. Casi me atrevería a decir que una llega a consecuencia de la otra. Y es que Jesús puso en las manos, y en el corazón, y en la cabeza, de Silvia la vocación de llevar el Evangelio, también, a través de la comunicación. Así lo hizo, magistralmente, durante año, en la diócesis de Compostela (Julián Barrio no quiso perderse el acto, como tampoco el cardenal Osoro, que presidió el acto; el portavoz de la CEE, Luis Argüello, quien confió en Silvia para remozar Ecclesia y el proyecto de comunicación de la Iglesia; o el cardenal Aquilino Bocos); y ahora, también, en la revista y el portal.

Silvia Rozas ya es Hija de Jesús. Con votos perpetuos, porque tal vez lo fue desde el día en que vino a este mundo. Con su sonrisa, su trabajo y su saber estar. Con todos, pese a los vientos que empujan, hoy de nuevo, a establecer barreras entre buenos y malos, entre 'Iglesia' y 'herejes'. Ella lo dejó claro, ayer, con una sola frase: "Dios me atravesó, me sedujo y me envía a ser suya". Del Él. Y, con Él, de todos. Enhorabuena amiga. 

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