Quiénes son, qué pretenden, y por qué la jerarquía española no rompe con ellos 'La extrema derecha católica mundial ante León XIV (y VI): los que se 'colaron' en el cónclave... y fallaron el tiro contra el Papa
Grupos poderosos, financiados desde rincones remotos de Estados Unidos, pusieron carta blanca a algunos medios y a algunos responsables políticos para ganar la guerra del relato global, con el inestimable apoyo (con o sin conocimiento de causa) de las jerarquías eclesiásticas de sus países. También, en España
Es preciso que la jerarquía eclesiástica de nuestro país se dé cuenta de que, si no rompe definitivamente con estos grupúsculos, estará condenando a la Iglesia a volver a la trinchera que algunos no quisieron cerrar, la trinchera del odio al migrante, al pobre, al que trata de incluir a todos. La Iglesia de Francisco, y también la de Prevost
En mayo de este año, pocos días antes del Cónclave que eligió a León XIV, dos supuestos periodistas vendieron como un hito haberse 'colado' a las puertas de las congregaciones generales, haciéndose pasar por asistentes de uno de los participantes, para entregar un supuesto informe que acusaba al entonces cardenal Prevost de encubrimiento en un caso de abusos, para intentar desacreditar una candidatura que buena parte del colegio cardenalicio ya veía con buenos ojos, que adelantó en exclusiva RD, y que acabó siendo la elegida para suceder el icónico pontificado de Francisco.
Esos mismos personajes trataron de entrar en la Sala Stampa, sin éxito, y provocaron a varios de los periodistas (antes y después del cónclave, no fueron los únicos) y personalidades como el jesuita James Martin. Durante días, camparon a sus anchas por Roma, financiados por muchos de los grupos que hemos venido narrando en la serie 'La extrema derecha católica mundial ante León XIV', durante las últimas semanas, sintiéndose inmunes y enfebrecidos ante lo que esperaban serían la 'reconquista' del Vaticano tras doce años de frustraciones, ataques e intentos soterrados de cisma contra Bergoglio.
Todo esto está documentado. La Santa Sede tiene fotos de los interesados, se les ha identificado, se conoce quién fue el responsable de que pudieran entrar a territorio vedado, y por supuesto las intenciones que arrastraban. El resto es historia: la operación 'Birrete Rojo' fracasó, los falsos informes sobre Prevost quedaron rotundamente desmentidos por la realidad, y los autores de la estafa mediática quedaron desacreditados. Hubo, incluso, un intento de 'purga' en esos sectores, con algún que otro despido (convenientemente compensado en otro medio afín) y muchos, demasiados, pseudónimos.
Durante meses, estos pseudo medios (y los grupos políticos y económicos) que los respaldan, trataron de ocultarse, de mantener un perfil bajo, buscando el más mínimo resquicio para tratar de arrimar el ascua de León XIV (el mismo al que habían acusado de encubridor de abusos y que había sido pieza clave en la disolución del Sodalicio, al que muchos de ellos pertenecían). Pero la cabra tira al monte, y poco después del verano, coincidiendo con el cambio (sobre el papel) de la propiedad de medios como Infovaticana, regresaron, con más fuerza si cabe, a atacar al Papa y a sus colaboradores.
Gastando absurdas candidades de dinero para buscar rostros en la red (muchos de sus hallazgos han sido borrados recientemente, por cierto, cuando han comenzado a llegar las demandas, que también les llegan a los que se sienten impunes). Resucitando fantasmas, engañando a las víctimas, y forzando tanto la máquina que incluso nos llegamos a preguntar si hacíamos bien en tratar de responder ante los ataques personales y estructurales.
Apoyándose en los márgenes de las estructuras del Yunque, y con el protagonismo imprescindible del movimiento MAGA, dichos grupos actuaban,y actúan, de forma coordinada en España, Estados Unidos, Argentina, Italia, Polonia, Francia, México o Brasil. Incluso, aunque de otra manera, en Rusia y Reino Unido
Porque lo que sucedió en mayo es el reflejo de lo que venía pasando durante años. Grupos poderosos, financiados desde rincones remotos de Estados Unidos, pusieron carta blanca a algunos medios y a algunos responsables políticos para ganar la guerra del relato global, con el inestimable apoyo (con o sin conocimiento de causa) de las jerarquías eclesiásticas de sus países. Apoyándose, también, en los márgenes de las estructuras del Yunque, y con el protagonismo imprescindible del movimiento MAGA, dichos grupos actuaban,y actúan, de forma coordinada en España, Estados Unidos, Argentina, Italia, Polonia, Francia, México o Brasil. Incluso, aunque de otra manera, en Rusia y Reino Unido.
🇺🇸🇪🇺 La obsesión de la administración Trump *contra* (no por) Europa ha cristalizado en este documento, que se conoció anoche. Y hay todos los motivos para preocuparse. La agenda de la Casa Blanca ya es cristalina y deja claro sus objetivos. Un hilo largo. (1/) pic.twitter.com/i4Ys63BZpS
— Nacho Alarcón (@nacho_alarcon) December 5, 2025
La reciente publicación de la 'agenda' de la Administración Trump respecto a Europa, fomentando que la ultraderecha pueda gobernar en el Viejo Continente, ha terminado de hacer caer el velo de la sospecha, por más que algunos responsables eclesiásticos se obstinen en querer seguir tendiendo puentes con estos grupos. Como ya hicieron en su día con El Yunque, Hazte Oir y sus tentáculos en 2011. Hay miedo, y mucho, entre los obispos, a romper definitivamente con estos sectores, que asumen como 'granero' de futuras vocaciones y del falso "giro católico" de la sociedad española.
En España, además de la ultraderecha católica 'tradicional' (vinculada a Hazte Oir, y con el protagonismo creciente de la Asociación Católica de Propagandistas, que continúa con una deriva que sólo podría agudizarse con el próximo relevo de Alfonso Bullón de Mendoza: los dos candidatos -candidato y candidata, decano él e 'hija de' ella-, incluso, se asoman más radicales en esta 'guerra cultural' que trata de dejar muchos muertos entre la Iglesia española), cada vez cobra más fuerza el sector más radical -sí, más radical incluso-, formado por los cachorros de antiguos líderes que no tuvieron suerte en sus intentonas 'golpistas' en la democracia cristiana del PP, y que ahora encontraron acomodo en lo más profundo de VOX. Utilizando, y destrozando después, a elementos varios, desde los Rosarios de Ferraz a las 'Revueltas' de falangistas, ultracatólicos, defensores de falsas cruces y autores de las más burdas teorías de la conspiración, desde Torre Pacheco a Cuelgamuros.
El @PadreFJD ha expuesto una reflexión acertada sobre el asunto del Yunque. Personalmente considero que el anuncio y testimonio público de la fe católica es fundamental y constituye un eje vertebrador de la comunidad de fieles, tanto en tiempos de libertad como de persecución.… https://t.co/2RWxDaNpah
— P. Juan Manuel Góngora (@patergongora) December 7, 2025
¿Ahora es 'opinable' pertenecer a una sociedad secreta?
Que, por cierto, ahora andan a la gresca entre sí (les recomiendo seguir las discusiones, por ejemplo, de La Opinión Libre, Marcial Cuquerella o Universitarios Católicos de los últimos días, en las que han acabado por terciar algunos de los curas de La Vendée, no tienen desperdicio. ¿Ahora es 'opinable' pertenecer a una sociedad secreta?). Porque la ultraderecha católica y mártir, cuando ve cerca el acceso al poder, también se pelea, se fractura, se rompe. Porque al final, no se trata de fe, ni mucho menos de Evangelio. Se trata, única y exclusivamente, de una lucha por el poder. Por dominarlo todo.
Volvamos a Roma, a mayo. Y a finales de verano, en Madrid, cuando se produce un cambio (más o menos visible, más o menos real), en el accionariado de medios como Infovaticana. Volvamos al partido de la ultraderecha que aspira a gobernar en España o, al menos, a formar parte del Gobierno de Feijóo, si las urnas no lo impiden (las encuestas, recién salidas del horno, así lo muestran).
En esa tesitura, surgen tres nombres, de tres personajes que desde hace años pululan a sus anchas, y a los que nadie se atreve a nombrar. Los tres, miembros del patronato del Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (ISSEP), fundado por Marion Maréchal-Le Pen, sobrina de Marine Le Pen, el think tank de la ultraderecha, liderada intelectualmente por el amigo de monseñor Argúello, el filósofo Quintana Paz. Los tres, personas de la absoluta confianza de Santiago Abascal, y que a buen seguro formarán (ya lo están haciendo) parte del equipo que, llegado el momento, pueda escalar hasta laMoncloa. Un grupo que ya está preparando ese camino (con muchos errores, y peleas internas, todo sea dicho).
José Antonio, que aparece por la izquierda y desaparece por la derecha del vídeo, camina con gesto serio en el funeral de su padre (1930). He encontrado las imágenes en un archivo que la Universidad de California ha digitalizado recientemente. Creo que la pieza es inédita. pic.twitter.com/xhY0TG7bev
— Javier Tebas Llanas (@javiertebas) July 18, 2025
El más conocido es Kiko Méndez de Monasterio, el líder de la cuadrilla. Junto a él, su más fiel colaborador, ex fundador y director de Infovaticana, Gabriel Ariza (hijo, también, del multideudor Julio Ariza, quien durante años se vendió como el gran líder mediático de la Iglesia española y cuyas empresas fueron cerrando azotadas por las deudas, con mucho personal destinado al Fogasa o a rumiar trabajos mal pagados para pagar sus hipotecas). El tercero de los nombres, el abogado Javier Tebas Llanas (no confundir con su padre, Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, pero tampoco olvidar estos detalles, ni dejar de hurgar en sus negocios en común), muy ligado, como no podía ser de otro modos, a los movimientos mediático-judiciales que se dieron en torno a Prevost. Que se dieron, y que se dan.
Es preciso que la jerarquía eclesiástica de nuestro país se dé cuenta de que, si no rompe definitivamente con estos grupúsculos, estará condenando a la Iglesia a volver a la trinchera que algunos no quisieron cerrar, la trinchera del odio al migrante, al pobre, al que trata de incluir a todos. La Iglesia de Francisco, y también la de Prevost
Puede que alguno de ellos (o, incluso, los tres) puedan entrar en un futuro Gobierno. Lo que no debería ocurrir es que los obispos españoles continúen con su letargo, que comienza a ser cómplice, ante estas actuaciones mafiosas. Porque es preciso que la jerarquía eclesiástica de nuestro país se dé cuenta de que, si no rompe definitivamente con estos grupúsculos, estará condenando a la Iglesia a volver a la trinchera que algunos no quisieron cerrar, la trinchera del odio al migrante, al pobre, al que trata de incluir a todos. La Iglesia de Francisco, y también la de Prevost. Por eso atacaron a uno, con saña, hasta después de muerto. Por eso temen al otro, a quien no pudieron eliminar en mayo pasado.