La solidez de la solidaridad frente a la fantasía del individualismo La Solidez de Francisco

La Solidez de Francisco
La Solidez de Francisco

Estudios mundiales revelan una creciente inestabilidad emocional, inseguridad y desencanto incluso en países con altos niveles de buena salud, riqueza y educación. Crece una percepción subjetiva de que las cosas carecen de coherencia y que el mundo híper-racional que prometía todas las respuestas, hace agua por todos lados…

"Solidez" está en la raíz etimológica de la palabra solidaridad. Es la construcción social segura y firme en la que nos hacemos responsables de la fragilidad de los demás buscando un destino común. Se ejecuta  mediante el servicio: “Servir significa cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo» (FT 115).

la realidad es más importante que la idea” y descuidar al herido del camino echa por tierra todas las fantasías ideológicas...que solo provocan grietas en la sociedad. Es a partir de la solidaridad, que siempre es un proceso inteligente, cuando los seres humanos podremos tejer un entramado social que Francisco llama Pueblo, familia extendida, fraternidad con un destino común, con una cultura del encuentro...

Francisco insiste en la solidaridad no sólo como virtud moral sino como un principio de arquitectura social...que busca enfrentar los sistemas injustos para construir una fraternidad para el bien común

"La solidaridad, entendida en su sentido más hondo, es un modo de hacer historia y eso es lo que hacen los Movimientos Populares" (FT 116)

“En estos momentos donde todo parece diluirse y perder consistencia” (FT 115)

Un reciente estudio del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) revela una creciente sensación de inseguridad entre la población, a pesar de los años de desarrollo. Seis de cada siete personas en el mundo sufren inseguridad. Esta sensación es global. Países con los niveles más elevados de buena salud, riqueza y educación muestran mayor grado de ansiedad incluso que hace diez años.

Ya en el s XX muchos filósofos existencialistas como Jean-Paul Sartre o Albert Camus argumentaban que el mundo es inherentemente absurdo y carente de un propósito.

En el ámbito científico, la "falta de solidez del mundo" podría aludir a la naturaleza fluctuante e inestable a nivel subatómico. En la mecánica cuántica, por ej., se observan fenómenos donde las partículas pueden comportarse como ondas y su posición o velocidad se vuelven inciertas. Aun apreciando sus avances, los logros de la ciencia siempre son provisionales hasta que nuevas teorías son constatadas mediante su método.

Además, la manipulación mercantil y política de sus hallazgos provocan desencanto y rechazo en muchos (pensemos por ej. en el extendido movimiento antivacunas o las excentricidades de la llamada posmodernidad). Lo más preocupante de la ciencia es lo que los seres humanos hacen con ella y en nombre de ella. Como también en la religión, la política y en todos los campos donde se juega la libertad humana, que ya sabemos los creyentes que está herida en su origen.

Un planeta bombardeado por tantas malas noticias, cambio climático, guerras, fake news, soledad, amenaza nuclear,  adicciones, violencia familiar y en las calles, suicidios, etc. son una fuente diaria de inestabilidad emocional e inseguridad. Crece la impresión de que las cosas carecen de coherencia y que el mundo híper-racional que prometía todas las respuestas, hace agua por todos lados.

El escenario de esto es un mundo de desigualdades lacerantes en el que 99% de la población mundial posee menos riqueza que el 1% más pudiente del planeta. Que 3.600 millones de personas en el mundo poseen igual riqueza que 62 personas ricas. Esta desigualdad no es inocua, sino que mata y provoca delincuencia, enfermedades, etc..  Que una cuarta parte de la humanidad viva en la pobreza y un 10 % (700.000) tenga hambre, no es casualidad, es injusticia en un mundo que posee los recursos y tecnología. (Oxfam). Es un pecado estructural del que todos, en mayor o menor medida somos cómplices de pensamiento, palabra, obra y omisión. La historia nos enseña que situaciones así son una olla a presión...y que su estallido es cercano y peligroso. 

que estas haciendo por los otros

La “Solidez de la Solidaridad” como respuesta al individualismo nihilista

En medio de tanto caos y oscuridad, Francisco nos aporta su experiencia de Jesús, que transmite vida entera, luz, pan, sabor, misericordia, amistad y trascendencia. Una buena noticia para tanto agobio. Su experiencia de un Dios solidario con los hombres y con él mismo, es el cimiento de su convicción. En estos dos puntos de su encíclica Fratelli Tutti  (115/116) nos comparte su vocación solidaria.

"Solidez" está en la raíz etimológica de la palabra solidaridad. Es la construcción social firme en la que nos hacemos responsables de la fragilidad de los demás buscando un destino común mediante el servicio. “Servir significa cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo» (FT 115). Pienso en la estética de las cosmologías antiguas y veo en la solidaridad de Dios, el "ordo amoris" abriéndose paso en el caos destructivo de un mundo sistémicamente egoísta.

Servir significa salir de sí mismo, como el buen Samaritano, para socorrer al otro. No es introspección y autoayuda, es autotrascenderse en la mirada y acción compasiva hacia el otro. Cuántas depresiones y crisis noógenas (falta de sentido de la vida) se curarían si hiciéramos del servicio un hábito y no solo una “acción benéfica esporádica” (FT 115).

La solidaridad da una certeza ùnica. Puedo tener las visiones y apariciones que se me ocurran, entregar mi cuerpo a las llamas. organizar lo que sea, que, si no tengo ese Amor que hace el bien y que viene de Dios, no sirve de nada (1 Cor 13). El que entrega su vida por los demás, para rescatarlos de los infiernos de este mundo, siente en su corazón una consistencia como la de Jesús. Sea de la creencia que sea o tal vez no sea de ninguna explícitamente, está en el torrente de la lógica del Dios, que no vino a ser servido sino a servir y dar la vida por la multitud…¡cuando no éramos creyentes!. Porque la gloria de Dios es que el hombre viva. ( S.Ireneo) y la mayor gloria de Dios (S.Ignacio)... es que cada vez haya mayor solidaridad con los pobres y su justicia.

Solidaridad es también discernir y afirmar el nexo entre lo que pienso, aspiro, estudio, trabajo, consumo, como, me visto, descanso, viajo…con el Bien Común. Es una actitud profética, de denuncia, anuncio y liberación que nunca se termina, un Camino contracultural en el que el Pueblo de Dios siembra la buena semilla del Reino.

movimientos populares

Las grandes ideologías, mesianismos políticos o proyectos pastorales (que pueden ser otra forma ideológica) ponen su esperanza definitiva en una salvación inmanente, de ideas, que por sí solas, porque están escritas en un papel, vociferadas desde los púlpitos, e impuestas con la violencia judicial o moralista, terminarán mágicamente redimiendo al hombre y la sociedad...

Pero “la realidad es más importante que la idea” y descuidar al herido del camino echa por tierra todas las fantasías idolátricas, que solo provocan grietas en la sociedad. Sólo a partir de la solidaridad, que siempre es un proceso, los seres humanos tejemos un entramado social que Francisco denomina "Pueblo", familia extendida, fraternidad con un destino común, con una cultura del encuentro. Son “los últimos…que practican esa solidaridad tan especial que existe entre los que sufren, entre los pobres, y que nuestra civilización parece haber olvidado, o al menos tiene muchas ganas de olvidar” (FT 116).  

El individualismo, también se disfraza de espiritualismos . El encontrarse consigo mismo, la meditación, etc. son muchas veces una trampa cuando nos desentienden de los demás, de la sociedad, de la política, del bien común, de todo. Nos sumergen en un narcisismo aparentemente pacífico, pero que son la negación burguesa del riesgo de amar. Pero uno no se encuentra consigo mismo sino a través del espejo del otro mirado con misericordia, como Jesús. "Olvidándose de uno mismo y amando es como uno se encuentra" (S.Francisco de Asís)

Rocco Buttiglione, recién nombrado presidente de la Academia Internacional de líderes católicos, dice en su libro prologado por Francisco: "El pueblo busca su liberación: una justa relación con los otros hombres que permita a todos tener "tierra, techo y trabajo". Este pueblo creyente, en diálogo con los otros hombres, es el sujeto adecuado de la lucha para la liberación".(Buttiglione, Caminos para una teología del Pueblo y la Cultura). El autor, coincidiendo con la teología de Francisco, pone el acento en el Pueblo, la comunión de creyentes, como artífice social, levadura del cambio hacia la solidaridad y el diálogo en la sociedad. El individuo aislado es como la semilla que cae en el camino o entre piedras; sin el humus de la comunión y la solidaridad es imposible que dé frutos.

"La solidaridad, entendida en su sentido más hondo, es un modo de hacer historia y eso es lo que hacen los movimientos populares». (FT 116)

 Al terminar el punto 116 de FT, Francisco trata de concretar. Quiere pasar a ese tercer acto del Ver-Juzgar y Actuar de la Doctrina Social de la Iglesia y del Cristianismo. No anestesia "religiosamente" los síntomas del sufrimiento sino que "solidaridad también es luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, de tierra y de vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales." (FT 116)

Solidaridad es actuar, es hacer la Historia, porque la misericordia es expansiva e incide en la realidad, no nos evade de ella. Esto debería afectar también a la Sinodalidad en marcha, para que no se pierda por burocráticos vericuetos clericales y así la sinodalidad más importante sea con la gente, con sus preocupaciones de subsistencia y sed de sentido.

En este llamado a la solidaridad que construye la historia, el Papa da un ejemplo "integral" y sin desmerecer otros, destaca un hito de su pontificado: LOS MOVIMIENTOS POPULARES. No deberíamos pasar por alto este ejemplo en el cual el Papa ve reflejada las coordenadas de su poliedro de la solidaridad. Después de la proliferación de tantos "movimientos espiritualistas" en el invierno eclesial pasado, sería bueno prestar más atención a estas experiencias comunitarias más integrales y abiertas.

Cabe aclarar, como lo hace la teóloga Emilse Cuda, miembro de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, que no es lo mismo "movimiento social", generalmente asociado a una reivindicación o interés particular, que "movimiento popular", cuyo sujeto es el pueblo pobre y trabajador en todas partes del mundo y de toda la vida. Puede o no coincidir con un movimiento social, pero su vocación es más amplia, es una identidad que dialoga y no excluye. Así por ejemplo no todo movimiento ecologista sería movimiento popular, solo aquellos que asocian tal preocupación con algo más amplio como la justicia social, tal como lo hace Francisco en Laudato Si.

libro movimientos populares

Estos movimientos nacieron como iniciativa de los propios marginados del mundo y auspiciados por Francisco. Están integrados por “Los Peores” tal como se titula el libro de uno de sus dirigentes, Juan Grabois, miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, e importante dirigente social en su país. Este libro es imprescindible  para entender un poco el juego de factores de poder en la mayoría de los países subdesarrollados, que son "otro planeta": la "reserva de salvajes" en el que viven los descartados del "Mundo Feliz" (A. Huxley).

Dice Francisco a estos MP, que ya llevan cuatro encuentros convocados por él: "Quiero agradecerles porque ustedes sintieron como propio el dolor de los otros. Ustedes saben mostrar el rostro de la verdadera humanidad, esa que no se construye dando la espalda al sufrimiento del que está al lado sino en el reconocimiento paciente, comprometido y muchas veces hasta doloroso de que el otro es mi hermano (cf. Lc 10,25-37) y que sus dolores, sus alegrías y sus sufrimientos son también los míos (cf. GS 1). Ignorar al que está caído es ignorar nuestra propia humanidad que clama en cada hermano nuestro". (Francisco, a los movimientos populares, 2021, httpshttps://movpop.org/://movpop.org/ )

En esta línea, Francisco insiste en "la solidaridad no sólo como virtud moral sino como un principio de arquitectura social, "principio que busca enfrentar los sistemas injustos para construir una fraternidad que exprese— «una determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común» ( Compendio de Doctrina Social de la Iglesia n.193). La solidaridad como sistema que estructura la comunión de un nuevo ser social..

"Es posible anhelar un planeta que asegure tierra, techo y trabajo para todos. Este es el verdadero camino de la paz, y no la estrategia carente de sentido y corta de miras de sembrar temor y desconfianza ante amenazas externas. Porque la paz real y duradera sólo es posible «desde una ética global de solidaridad y cooperación al servicio de un futuro plasmado por la interdependencia y la corresponsabilidad entre toda la familia humana»   (FT 127).

poliedroyperiferia@gmail.com

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