…a Francisco le interesan las personas más que las ideas o los reglamentos. Liviano del pesado equipaje de la vanidad, puede recorrer grandes distancias espirituales hacia donde el amor de Cristo lo apremia (2 Cor 5).
Espíritu creativo y rebelde, ha sufrido, ha sido excluido y ha bajado del caballo muchas veces en su vida…y ha aprendido la humildad identificándose con la misericordia de Jesús.
Tiene cintura política, tanto por sus numerosos cargos de gobierno a lo largo de la vida como por su “ítalo-argentinidad”, una compleja síntesis de astucia, humor y picaresca pergeñada a lo largo de una vida con el pueblo…porque eso de que “la realidad es más importante que las ideas”, en él no es un verso sino una constatación.
A Francisco le interesa pasar de esa deformada iglesia brahamánica, manejada por una casta corporativa clerical, inmune a cualquier cambio que lesione sus prerrogativas… a una Iglesia Sinodal que haga realidad la igualdad cristiana del bautismo… no es la gente la que tiene que “hacerse Pueblo de Dios”, sino que son los curas los que tienen que convertirse y comenzar a vivir en ese Pueblo, no por encima y fuera de él.
Estos 10 años de Francisco son un hito para recalcular la Historia, la de Dios y los hombres, que no hay otra. Francisco es el Papa del siglo XXI que anuncia el rostro de la Misericordia entre nosotros. No está solo, está en medio de su Pueblo, el Pueblo de Dios, compartiendo sus gozos y esperanzas. (GS 1)